La Rioja

Logroño se despide del glifosato para preservar la salud y el medio ambiente

El Ayuntamiento de Logroño deja de utilizar el herbicida glifosato para el tratamiento de los parques, jardines, carreteras y redes de servicio de la ciudad, sustituyéndolo por otros métodos no contaminantes que no dañen la salud ni el medioambiente. Una medida que responde a las mociones presentadas por la Concejalía de Medio Ambiente y aprobadas en el Pleno municipal en la anterior legislatura que ahora “se van a hacer realidad”.

“Los herbicidas, fungicidas e insecticidas se han usado durante 40 años en todo el mundo sin conocer los efectos que producen sobre los seres vivos y la realidad es que han contaminado nuestro aire y nuestros suelos y al filtrarse a través de estos, nuestra agua”, apunta el concejal de Medio Ambiente, José Manuel Zúñiga. Su uso, añade, “ha reducido considerablemente la biodiversidad, que ha ido desapareciendo poco a poco de nuestras calles. Pero no solo perjudica seriamente al medio ambiente, sino también a los seres humanos”.

La Concejalía de Medio Ambiente defiende la naturalización de los espacios urbanos, por lo que se permitirá que las hierbas aparezcan en alcorques y terrizos de forma natural, como una opción más ecológica, ya que forman parte de la biodiversidad vegetal de la ciudad.

Según indica Zúñiga, “los químicos nocivos que se venían usando serán sustituidos por otros no contaminantes o directamente por métodos manuales o mecánicos cuando sea necesario. En esos casos, usaremos técnicas que no generen dudas para la salud de la ciudadanía, que podrá pasear por los caminos y disfrutar de los parques públicos respirando un aire más limpio y pisando un suelo más preparado para el cambio climático”.

A partir de ahora, según el concejal de Medio Ambiente, “se va a vivir el paso hacia una nueva jardinería sostenible que también será el primer paso en la naturalización de Logroño. En nuestros solares y alcorques brotará la vida con más fuerza que nunca y las cunetas serán más verdes. Veremos como las herbáceas crecerán más indicando que tenemos suelos más sanos y fértiles”.

Esta nueva forma de concebir la ciudad, ha añadido, “permitirá que nuestros jardines se llenen de mariposas, mariquitas y grillos y los pájaros encontrarán en ellos nuevos hábitats con alimento”. Además, “la nueva vegetación descontaminará el aire y sus raíces protegerán el suelo, que mejorará la retención de agua y ayudará a regular la temperatura de la ciudad. Todo ello nos ofrecerá en conjunto un nuevo escenario más verde y saludable donde primará la vuelta de la biodiversidad”.

El glifosato es el herbicida más utilizado en el mundo para eliminar las malas hierbas, aunque el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer de la OMS lo incluyó en 2015 en su lista de sustancias que probablemente causan cáncer ocupando la segundan posición. Mientras, las agencias europeas y americanas insisten en su seguridad. La Unión Europea renovó en 2017 su autorización y lo hizo dividida (18 países votaron a favor y 9 en contra) y por cinco años en lugar de los 15 habituales. Solo Austria ha prohibido su uso en la Unión Europea.

 

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