La UD Logroñés ha empatado ante el Amorebieta (1-1) y rompe su racha de cinco victorias consecutivas. A pesar de ello, conserva trece puntos de ventaja con la Cultural Leonesa y el Bilbao Athletic. De no haber sido por el guardameta visitante, este partido hubiera acabado en goleada. Muy buenas sensaciones de un equipo que no ha cejado en su intención de buscar el gol de la victoria hasta el silbato final.
Ya lo advirtió Sergio Rodríguez en la previa: los vascos son muy fuertes en los centros laterales y no tienen nada que perder. Así ha ocurrido, porque los de Íñigo Vélez de Mendizábal han sido muy valientes y no se han arrugado ante el líder del Grupo II. Su plan era muy claro: transiciones vertiginosas y balones directos hacia los costados. Juego directo y no perder el tiempo en combinaciones. Seis minutos después del descanso, Aitor Seguín ha colocado el 0-1 tras un disparo mordido desde fuera del área. Un resultado engañoso, pues no reflejaba lo ocurrido en el encuentro.
A pesar de que los blanquirrojos han concedido ciertos espacios defensivos, no ‘merecían’ perder. Ha habido un futbolista por encima de todos: el arquero Mikel Saizar. El guipuzcoano se ha marcado un encuentro impresionante, realizando cuatro paradas estratosféricas: un tiro a bocajarro de Ñoño, un remate acrobático de Roni, un testarazo de Caneda y un trallazo de Olaetxea. El tanto vizcaíno ha despertado la furia local, lanzado directamente a conseguir la victoria. El primer cambio ya lo decía todo: Errasti por Ander Vitoria.
Fuente: Eduardo del Campo
En el deporte puede pasar de todo, pero si el Amorebieta quería los tres puntos iba a tener que aguantar una catarata de oportunidades en contra. Vitoria tiene una cualidad especial: cambia partidos. Y eso es una habilidad tremenda en Segunda División B. Ha sido comparecer el de Igorre y todo ha cambiado. Aviso a la primera, con un centro – chut en forma de vaselina solventado por Saizar. Y la segunda, no ha habido perdón. La pone Ñoño, la deja para Iñaki y éste la cruza al segundo palo para el ‘9’, que remata a placer. Explosión de júbilo en Las Gaunas.
Un equipo que tiene trece puntos de ventaja sobre el segundo podría relajarse o contemporizar. Pero esta manada de lobos hambrientos, no. Cual flechas al ataque, de un costado a otro, con un nivel de juego impresionante. Se mascaba el segundo y Vitoria ha estado a centímetros de conseguir el segundo. Arregui, bajo la línea de gol, ha evitado un desastre. Minutos antes, Andy también había enviado su testarazo al poste. Independientemente del resultado, el ímpetu de la UD Logroñés ha sido admirable. Los jugadores no querían el empate, no les valía.
Con Ousama y Rubén Martínez como últimos argumentos desde el banquillo. Y cinco segundos de entrar, el mahonés ha tocado el cuero ante Saizar. Otra más del de Ibarra, al que su equipo debe hacerle un monumento. Su figura ha roto la racha de cinco victorias seguidas del equipo logroñés. Un equipo que sale un día más, reforzado. Próxima cita: visita al Real Unión (domingo 17:00). Y el cántico ya permanente: “¡Lolololo, lolololo, vamos a Segunda con el Logroñés!”.
