Con el Brexit en un proceso de ‘transición’ hasta finales de 2020, el periodo de negociaciones entre este mercado y el de la Unión Europea ha abierto sus puertas a un escenario de espera que sitúa a la relación comercial del Rioja en una situación incierta.
“Lo deseable sería que prime la cordura en estas dos economías tan interrelacionadas, que se mantengan unas reglas de juego equilibradas y que se permita a los vinos de Rioja competir en igualdad de condiciones con una fluidez en las relaciones comerciales”, ha insistido este lunes el director general de la DOCa Rioja, José Luis Lapuente.
Reino Unido se constituye como el principal destino de exportación de Rioja con una representación del treinta por ciento en volumen y del veinticinco por ciento en valor, pero Estados Unidos no se queda atrás como tercer país de destino: “El Consejo está teniendo una posición proactiva y reivindicativa en cuanto a minimizar este efecto y revertirlo lo antes posibles para ser igual de competitivos en este mercado como lo hemos sido antes”.
A esas restricciones arancelarias hay que sumar ahora la situación de alerta ocasionada por el coronavirus. Una consecuencia con gran efecto económico reflejada en el aplazamiento de la Feria Internacional de Vinos y Bebidas ‘ProWein’ celebrada en Alemania.
“Es en China donde más se está notando esa ralentización en la comercialización de Rioja, país donde el impacto del virus supone ya el uno por ciento del PIB, aunque la tendencia decreciente ya se venía divisando años atrás”, apunta el director general, aunque el problema de esta crisis sanitaria, tal como señala Lapuente, “es el efecto contagio en los mercados porque el vino de Rioja está presente en 123 países”.
