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El tiovivo de la Segunda B: 2-3 en Calahorra

La vida es como un tiovivo y la segunda B, también. En un mismo partido se pueden vivir todas las emociones posibles como ha pasado este domingo en el que el Calahorra ha jugado contra los cachorros del Athletic en La Planilla, casi un mes después de no pisar el campo calagurritano. Había ganas de fútbol en Calahorra y se ha notado en la grada a pesar de que los socios generales tenían que pasar por taquilla.

Con una alineación muy similar a las que nos tiene habituados Sola salió el equipo: ordenados, con dos líneas de cuatro muy juntitas… Pronto se ponía todo en contra. En el minuto 7, Baqué marcaba. Los jugadores rojillos (y también después Sola en la rueda de prensa) se quejaban de falta anterior a Cristian, que al parecer advirtió el línea. La consideración del árbitro primó y el gol subió al marcador. ¿Cabezas bajas en La Planilla? Todo lo contrario. Afición y jugadores sabían que podía cambiar el resultado. “Esto termina como el del Haro”, se oía en la banda.

Ahí quizás llegaron los mejores minutos de juego del Calahorra, especialmente de las botas de José Ramón, que fue sin duda el mejor del equipo. El equipo rojillo lo intentó y lo hizo hasta que consiguió empatar el partido a botas de Chaco, que lo hizo en segundo opción. Por fin una segunda jugada bien aprovechada. Y como el equipo no perdió las ganas, en cinco minutos llegó el segundo y la remontada con gol de Jorge.

La Planilla gozaba de la remontada, pero los errores se pagan y un error clarísimo de toda la defensa a dos minutos del descanso Artola hizo en empate a dos. Incredulidad. En los minutos de descuento llegó quizás la jugada clave del partido. Falta de Santamaría y, sin embargo, tarjeta a Yasin. Entonces no se le daba importancia, pero luego sería crucial. El club recurrirá esta tarjeta.

La segunda parte era un toma y daca de ambos equipos. Muy bien ordenados los dos y con alguna ocasión que otra de ambos. Entonces llegó la segunda tarjeta a Yasín y el equipo rojillo se quedo con uno menos. No jugaron peor los riojanos, pero sí condicionó los posibles cambios de Sola que tuvo que quitar a Goñi para sacar a Márquez y completar de nuevo la línea defensiva.

Y después de luchar y mantener el marcador durante casi toda la segunda parte e incluso tener alguna jugada clara de gol, a dos minutos del final, un fallo garrafal de la defensa propició el 2-3. Imanol marcó y no hubo casi tiempo de remontar. Ahora sí, con la cabeza mirando a los pies helados de frío salieron los aficionados calagurritanos.

Sola se quejó en sala de prensa del arbitraje, pero también hubo autocrítica en la jugada de ese último gol. Mientras Etxeberría hablo bien del equipo rojillo. “Hemos tenido que hacer muy bien las cosas para poder ganar en este campo en el que todavía no había ganado nadie”, dijo. El equipo ya piensa en el derbi. Las Gaunas espera al Calahorra… después de la fiesta de Copa que se vivirá entre semana.

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