Con la entrada del nuevo año, muchos conductores agradecerán la liberalización de varias autopistas cuya concesión caducaba en 2019 y desde este mismo miércoles pasan a ser propiedad del Estado. Como consecuencia, en torno a un millar de kilómetros de carretera dejarán de requerir un peaje para circular a través de ellas.
Es el caso de la AP-4 entre Sevilla y Cádiz y el tramo de la autopista AP-7 entre Tarragona, Valencia y Alicante. Así mismo, también se incluyen en la lista de vías gratuitas la AP-1 entre Vitoria y Burgos, la AP-2 entre Tarragona y La Jonquera y la AP-7 en los tramos de Zaragoza y la Autovía del Mediterráneo, y de Montmeló y Papiol.
Sin embargo, en La Rioja se mantiene el compás de espera hasta 2026, fecha en la que expira la concesión a Avasa (Autopista Vasco Aragonesa). Por el momento, se mantiene vigente la obligatoriedad de circular a los camiones de cuatro o más ejes por la AP-68. Además, recientemente se ha renovado y ampliado la bonificación para estos vehículos que circulen entre el tramo Zambrana-Tudela, con una reducción en el importe del peaje.
En la misma línea, los riojanos que dispongan del telepeaje o VIA-T podrán viajar gratuitamente en el territorio que comprende la comunidad autónoma, siempre y cuando realicen el recorrido de ida y vuelta en el mismo día y en el mismo peaje.
Mientras tanto, 1.348,3 kilómetros de autopistas todavía siguen siendo de pago: aquellas cuya administración (total o parcial) depende del Ministerio de Fomento. Además, el Estado tendrá que rescatar nueve autopistas de peaje que quebraron y que suponen el 20 por ciento de la red de autopistas de pago del país con más de 500 kilómetros en total. Mientras llega 2026, a los riojanos no nos queda otra que esperar.
