Región muy productora, poco consumidora. Es el mantra instaurado en La Rioja en los últimos años en cuanto a consumo de vino se refiere, tal y como constata el informe ‘El sector vitivinícola 2018’ que acaba de publicar el EAE Business School.
Según el mismo, la comunidad cierra la clasificación nacional, con apenas 4,63 litros de vino consumidos por habitante en el ámbito doméstico; casi la mitad que la media nacional y un tercio de lo que consumen los baleares y catalanes. A nivel nacional, el informe muestra una caída del consumo de vino en España de más de dos litros por persona entre 2015 y 2018.
En cuanto al gasto en vino, la situación de La Rioja mejora tímidamente pero sigue sin invitar a la euforia: la región es antepenúltima, con apenas 12,70 euros, diez menos que la media nacional, que es de 22,91 euros. Los baleares, líderes en España, se gastan nada menos que 40,31 euros al año en este producto.
“El hecho de que el gasto en vino por habitante haya crecido frente a la caída en el consumo per cápita parece indicar un desplazamiento hacia vinos de mayor calidad, ya que el PVP (Precio Venta al Público) no ha experimentado grandes oscilaciones como consecuencia tanto de la crisis económica como del notable aumento de la oferta”, indica Mariano Íñigo, el autor del estudio.
“Asimismo, también es debido a que el consumo de este producto en España es realizado cada vez más por una mayor proporción de personas de mayor edad y, por tanto, de mayor poder adquisitivo, quienes seleccionan mucho más el tipo de producto a consumir dado que pueden pagarlo. Esto supone, a su vez, una de las mayores amenazas para el sector del vino en nuestro país, ya que de prolongarse la caída de su consumo entre los jóvenes podría ver comprometidos los volúmenes y valores actuales”, añade.
Primer país exportador, tercero en valor
En 2018 volvió a alcanzarse la cifra récord de producción mundial de vino, lo que ha supuesto un incremento sobre la del año anterior del 17,3%. En 2019, en cambio, debido a las adversas condiciones climáticas se prevé una caída de la producción.
España es el tercer país productor mundial con un 15,2%, por detrás de Italia (18,8%) y Francia (16,6%). Sin embargo, España lidera las exportaciones mundiales de vino con el 19,6% del total y se sitúan por detrás Italia con un 18,3% y Francia con un 13,1%, pero cae al tercer lugar en cuanto a valor.
Respecto a las exportaciones de vino en valor, Francia se sitúa en primer lugar duplicando su cuota respecto a la que tiene en volumen (29,6%), mientras que en España se produce justamente el efecto contrario al rebajarla a la mitad (9,2%) y cae hasta el tercer puesto. Italia permanece en la segunda posición con una cuota muy similar (19,4%).
“La causa de estas alteraciones son los tipos de vinos exportados, que en Francia se concentran en los espumosos y envasados cuyos precios son elevados (especialmente el de los primeros); mientras que las exportaciones españolas se realizan mayormente a granel”, explica el autor del estudio.
El país de mayor consumo es Estados Unidos, que en el 2018 supuso el 13,4% del total mundial, seguido de cerca por Francia, con un 10,9%. Detrás se situarían Italia, Alemania y China que representan, respectivamente, el 9,1%, el 8,1% y el 7,2% del volumen global, lo que es especialmente significativo en el caso de los dos últimos al tratarse de países con reducida producción. España se sitúa en el octavo puesto, con un 4,3%.
Enoturismo en España
Por otro lado, el estudio destaca el importante papel que el enoturismo puede desempeñar en España ya que el enoturista realiza gastos superiores a los del turista medio, ya sea nacional o internacional.
En este sentido, el gasto medio diario del enoturista es de 160,2 euros por persona y día. Dicha cifra resulta un 14% superior a los 146 euros de gasto medio diario por turista extranjero que el Instituto Nacional de Estadística (INE) recoge en su Encuesta de Gasto Turístico correspondiente al año 2018, y prácticamente cuadruplica los 48 euros de gasto medio diario de los turistas nacionales en nuestro país según la Encuesta de Turismo de Residentes también elaborada por el INE.
De los mencionados 160,2 euros por persona y día, 41,81 euros se destinan a restaurantes y bares, 36,19 euros al alojamiento y 32,45 euros a compras de vino. Las visitas a bodegas y a museos suman 30,81 euros, destinándose el resto a regalos y otros conceptos.
La mayoría de enoturistas son mujeres (52,3%) frente al 47,7% de hombres. Asimismo, y en cuanto al perfil sociodemográfico de dichos enoturistas, la mayoría tiene una edad comprendida entre los 36 y los 45 años (27,8%), seguidos de los que se encuentran entre 46 y 55 años (26,4%). En tercer lugar se situarían aquellos entre 26 y 35 años (21,0%), y en cuarta posición los comprendidos entre 56 y 65 años (11,9%). Por último, se situarían aquellos con edades entre 18 y 25 años (9,3%) y los mayores de 65 años (3,5%).
