El futuro de uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad del vino ya no es un interrogante. Lo ha desvelado El Correo (edición Miranda-Haro). El Palacio de la Cruz, reconocido por su excelente arquitectura barroca más allá de las fronteras riojanas, cambia de manos gracias a un grupo inversor que pretende convertirlo en un complejo hotelero que se prevé que supere las tres estrellas.
El deterioro que se presenta en el conjunto del Casco Antiguo de la localidad jarrera llevaba tiempo generando preocupación entre los vecinos de la localidad jarrera pero, gracias a esta iniciativa privada, el patrimonio histórico y monumental ya puede respirar más tranquilo. Una dinamización económica para un entorno que parece que sigue suscitando atracción.
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El concejal de Turismo, Leopoldo García, confirmaba a NueveCuatroUno hace unas semanas que, viendo el auge del turismo en la localidad, “hay encima de la mesa del Ayuntamiento varios proyectos de hotel, unos en fase de estudio y otros en fase de licencias”.
De la operación de compra, firmada este jueves, se desconoce su cifra total, aunque, tal como explican desde la edición Miranda-Ebro de El Correo, sí se ha adelantado que el desarrollo del proyecto incluye la restauración completa de las cuatro fachadas del edificio, labradas en piedra y con gran valor arquitectónico por su belleza y singularidad.
El objetivo es volver a mostrar este edificio del siglo XVIII exento de añadidos, aunque no se concibe como una tarea difícil después de realizar el primer repaso del estado del palacio. “Su estado no es demasiado preocupante”, informan a El Correo desde el equipo de arquitectos involucrados en el proyecto de ejecución.
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Por la adquisición de esta obra artística, que asciende a seiscientos metros cuadrados, también se interesaron clientes estadounidenses, mejicanos, rusos y españoles. Sin embargo, nadie llegó hasta el final del concurso como sí lo hizo quien ha apostado por salva parte del Casco Antiguo de Haro.
Una obra arquitectónica “única”
El edificio, también conocido como el Palacio de las Conchas, dispone de una “planta cuadrada con tres alturas y pilastras cajeadas en las esquinas. La portada es de estilo neorreciente con arco de medio punto, clave decorada con hojas de acanto y flanqueada por pilastras adosadas sobre pedestales”, tal como se describe en el Plan Especial de Protección de Haro.
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Así mismo, su escudo de armas es de gran tamaño, “ovalado al modo eclesiástico y cuarteado en cruz y con la división y los motivos recargados propios del barroco. Culmina el edificio con una doble cornisa recta con modillones que conforma la tercera planta sobre la que se asoman los canes tallados de la cubierta de madera que soportan el alero”.
