Todos han hablado estos días de la manifestación prevista para el próximo 30 de noviembre en Calahorra en “solidaridad” con los presos de Alsasua y Cataluña. Todos menos Hegoalde, que este sábado se ha puesto en contacto con NueveCuatroUno para contestar a las preguntas que rondan por la ciudad.
¿Por qué Calahorra? “Hay uno de nuestros miembros que es de esta ciudad y además creemos que Calahorra es un punto estratégico entre País Vasco y Navarra, ya que nosotros creemos en la anexión de las tres comunidades”, comentaba uno de sus representantes, quien ha explicado que los dos motivos de la manifestación son uno: “Pedir una mesa de negociación sin condiciones para solucionar el conflicto catalán y que se vuelva a repetir el juicio de los chavales de Alsasua porque estuvo lleno de irregularidades”.
No les ha pillado por sorpresa la respuesta de los partidos políticos de la ciudad. “Hemos recibido amenazas y presiones para no hacer la rueda de prensa, pero no nos pueden quitar el derecho de manifestación”, añadía este portavoz.
En cuanto a los problemas que pueden surgir de esta manifestación, aseguran que ellos no van a entrar en provocaciones: “Si hay violencia no va a ser desde dentro de la manifestación sino desde fuera porque estamos seguros de que gente de VOX va a acudir a provocarnos como se está haciendo en otros lugares”. Tampoco ha obviado hablar del Partido Popular: “Si sigue presionando al ayuntamiento para que pida a la Delegación de Gobierno la prohibición de la manifestación, estamos dispuestos a emprender acciones legales”.
Aún no tienen constancia de la gente que puede acudir a la convocatoria: “En nuestra petición a la Delegación de Gobierno hemos hablado de doscientas personas, pero pueden ser más o menos. En Cataluña estamos en contacto con Omnium Cultural, que nos ha asegurado que vendrán personas, pero no sabremos cuántos hasta mitad de la semana que viene”. Incluso es posible que llegue algún autobús de la zona de Lérida. De Alsasua es más complicado que pueda venir alguien “porque utilizan los sábados para ir a visitar a los chavales a la cárcel”, concluyen.
