La Rioja

Los botellines de plástico desaparecen del Parlamento de La Rioja

El Parlamento de La Rioja ha introducido cambios importantes en el suministro de agua potable y medidas para eliminar los plásticos, reducir el consumo y los residuos y conseguir un importante ahorro económico, al tiempo que colabora en la lucha contra el Cambio Climático. A partir de este jueves, los botellines de plástico desaparecerán de la Cámara.

Para ello, se ha diseñado un nuevo sistema de suministro de agua potable en todo el edificio. La imagen habitual de decenas de botellines de agua mineral por los escaños de sus señorías se verá sustituida por la presencia de recipientes reutilizables de acero inoxidable, con la imagen institucional, que con capacidad para 75 centilitros se pondrán a disposición de sus señorías en cada sesión, así como también al personal funcionario y al servicio de la cámara.

Dentro de esta nueva política de ahorro y eficiencia ambiental, se han instalado dos fuentes dentro del edificio, la primera de ellas en la planta baja (junto al salón de plenos y los aseos) y la segunda en la tercera planta.

El alquiler de las fuentes tendrá un coste mensual unitario de 30 euros (IVA incluido) y los bidones de acero han supuesto un gasto de 894 euros, por lo que el coste total se verá amortizado (con el ahorro en la compra de botellines) en tan solo tres meses.

Con esta medida se conseguirá reducir al máximo la utilización de los plásticos con los que se elaboran los botellines de agua, así como los vasos de plástico desechables, que serán sustituidos por otros biodegradables de cartón reciclado.

“Pero la medida no solamente será eficaz en la lucha contra el Cambio Climático y contra el consumo de plásticos, también supondrá un importante ahorro económico para el Parlamento de La Rioja, que se estima en 2.500 euros anuales”, han señalado desde la Presidencia.

El consumo medio anual hasta la fecha superaba los 4.000 botellines de agua envasada, al que añadir agua en bidones de 19 litros que se dispensaban en varias fuentes existentes, y que en su conjunto (botellines+bidones) suponían un gasto medio mensual de trescientos euros.

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