La Policía Nacional ha detenido en Logroño a una mujer de cincuenta años por un presunto fraude de 11.500 euros, quien habría utilizado los datos de la tarjeta de crédito del matrimonio para el que trabajaba para realizar compras online. Las víctimas detectaron gran cantidad de cargos fraudulentos durante el último año en su cuenta.
Los agentes solicitaron entonces información a la entidad financiera y a las empresas que habían vendido productos online, llegando a la conclusión de que la autora era la empleada doméstica de las víctimas.
La presunta autora aprovechó la confianza que le otorgaba su condición de empleada en las labores del hogar para acceder a los enseres y la documentación personal de la víctima, obteniendo así datos confidenciales y los datos bancarios necesarios para poder ejecutar las compras en comercios de forma online.
Una vez obtuvo todos los datos necesarios, solicitó una tarjeta bancaria para evitar utilizar la de las víctimas. Asimismo, evitó utilizarla en comercios físicos y hacía siempre las compras por internet: ropa, cosméticos, zapatos, complementos e incluso alimentos.
Las víctimas nunca sospecharon, ya que en todo momento creyeron tener en su poder la tarjeta de crédito, la cual nunca utilizaban porque disponían de otra cuenta en otra entidad bancaria con la que administraban sus gastos diarios.
