Ni Partido Popular ni Ciudadanos están lo que se podría considerar como contentos con la nueva configuración de la calle Guardia Civil de Logroño ni con los pasos seguidos por el Ayuntamiento de la capital riojana, al que acusan de “imponer, improvisar” y “complicarle la vida a los comerciantes”.
El PP considera que esta actuación urbana “es un nuevo ejemplo de decisiones desordenadas, improvisadas e impuestas” por el equipo de Pablo Hermoso de Mendoza. “De la noche a la mañana los vecinos y comerciantes se han encontrado con un cambio que no les ha sido explicado ni consultado”, critican los populares.
El principal grupo de la oposición municipal asegura que la forma de actuar del Gobierno logroñés representa “un riesgo desde el punto de vista de la seguridad jurídica de los diferentes actores de las zonas afectadas: vecinos que desconocen cuál es el devenir de su calle en los próximos meses y años, comerciantes que difícilmente pueden articular una buena estrategia de negocio si se cambia de manera continuada el entorno, etc.”.
Ciudadanos ha asegurado que el equipo de Gobierno “parece empeñado en complicar la vida a los comerciantes con acciones improvisadas”. De hecho, los ediles de la formación naranja aseguran haber recibido este viernes quejas de los responsables de establecimientos de la calle Guardia Civil, al respecto de su nueva configuración.
Cs y PP también han criticado que el cambio de nombre de la Gran Vía se haya llevado a cabo de espaldas a la opinión de los vecinos. Julián San Martín, además, ha señalado que algunas calles con nomenclatura franquista aún no se han cambiado, en virtud al acuerdo adoptado en 2015 por el pleno municipal.
