Cuando has sido protagonista en los terrenos de juego es más fácil transmitir tus valores desde el banquillo. Ese es precisamente el caso de Miguel Sola (Pamplona, 29 de septiembre de 1957), ahora técnico del Calahorra. El navarro ha conseguido confeccionar un bloque sólido y con capacidad goleadora. Pero si hay algo que no le falta es autocrítica: vive con los pies en el suelo y siempre piensa en evolucionar y mejorar.
En una mirada global a los primeros quince puntos disputados en liga, el técnico se muestra satisfecho: “Si miramos lo hecho hasta ahora es para estar más que contentos. Hemos tenido rivales muy duros (Bilbao Athletic, Logroñés, Burgos, Unionistas) y el Real Unión también tiene un presupuesto mucho más alto. Hemos competido y dado un buen nivel ante ellos”. Nueve puntos suman los rojillos, aunque pudieron ser once de no ser por el tanto encajado al final ante Unionistas.
“Enfrente teníamos un rival que nos exigió mucho y estuvimos a punto de ganar el partido. Si hubiésemos concretado alguna de las acciones que tuvimos, estaríamos hablando de un resultado más positivo”, analiza. Pone énfasis en la igualdad que hay en esta categoría y mira más allá del resultado: “Lo importante es que sigamos trabajando y compitiendo. Estamos en una buena línea y ahora mismo estar terceros o quintos no es demasiado relevante”.
Duros como el cemento
El bloque rojillo solamente ha encajado dos goles en 360 minutos, pero Sola advierte: “No podemos tirar la casa por la ventana y pensar que todos los días va a ser así. Lo será si trabajamos desde arriba; si todo el mundo se involucra en defensa, entonces seguiremos siendo un equipo difícil de batir”. Por el contrario, pide más rendimiento en ataque: “Hemos hecho cinco goles y hemos tenido oportunidades para hacer algunos más; tendremos que ser más efectivos y llegar en mejores condiciones”.
El equipo ha armado un grupo de jugadores experimentados (Carralero, Zabal, Echaide, Goñi)… mezclado con talento joven, entre los que destaca Joan Rojas, procedente de la cantera del Barcelona junto a Braima Fati: “Son competitivos, se esfuerzan por jugar. A Braima no le hemos visto en el primer equipo, llegó muy tarde y no ha hecho una pretemporada en condiciones, pero seguro que en los próximos partidos podremos verlo”.
El atacante milita actualmente en el filial, donde Sola busca dar oportunidades a los que hagan méritos para ello: “Unos cuantos chicos entrenan con nosotros y juegan con el Tercera. Arriba es complicado jugar porque el equipo lo está haciendo bien. Si hay jugadores que dan el nivel y demuestran que están capacitados para jugar en Segunda B, les daremos la oportunidad. La edad no tiene que ser un handicap, sino todo lo contrario. El que se gane jugar, adelante”.
Un Grupo II cada vez más exigente
Si el año pasado ya era muy complicado conseguir los objetivos, este año se ha puesto más difícil: “Los equipos de Castilla y León han subido el nivel, tienen presupuestos bastante más altos que nosotros (Cultural Leonesa, Burgos, Valladolid B, Unionistas, Salamanca…)”. En esa situación, la meta rojilla no es otra que la permanencia: “Estamos entre los cinco o seis presupuestos más bajos de la categoría, así que ese es el primer objetivo”. Aunque también apunta que, una vez se consiga, serán ambiciosos en busca de otras cotas más altas.
La competición no para y los riojabajeños visitarán Guijuelo este domingo. Sola es consciente de que será muy difícil: “Hemos querido algunos de sus jugadores y no los hemos podido fichar. Tienen una buena plantilla y un campo artificial al que será difícil adaptarnos”. Para eludir esos problemas, subraya que deberán atacar: “No podemos estar todo el partido defendiendo, no somos un equipo para eso”.
Oportunidad de hacer algo grande
En el horizonte, asoma la Copa Federación como un trampolín hacia la Copa del Rey, que alcanzarán si superan tres eliminatorias, con un partido contra el Náxara en la primera de ellas. Sobre ese primer viaje a La Salera, el entrenador no se muestra precisamente contento. “No es el partido que hubiéramos querido. Jugamos contra ellos en pretemporada, estaban sin entrenar prácticamente y fue un partido atípico que no va a tener nada que ver con el que viene. Van a jugar al límite y tenemos que poner todo de nuestra parte si queremos pasar”, concluye.
