Los coches de alta gama nunca pasan desapercibidos. Y menos cuando les da por estacionar donde no deben, pues sacan lo peor que llevamos dentro en forma de exabruptos y maldiciones.
Esta semana, el propietario ‘comodón’ de un Porsche ha logrado sacar de sus casillas a una conductora del autobús urbano de Logroño, que aun así ha optado por una solución pacífica y diplomática para advertirle de los estragos que le genera por su falta de civismo.
“La semana pasada aparcó tres veces en la parada de autobús de Gustavo Adolfo Bécquer, impidiéndome que acerque el autobús a la acera y obligándome a dejar a personas en silla de ruedas y a personas mayores en plena calle”, detalla al Sereno.
Según su relato, el patrón de conducta se repite a diario: “Aparca ahí, lo deja estacionado y se marcha entre las dos y las dos y media de la tarde”. En cambio, la chófer ha decidido este miércoles que ya iba siendo hora de expresarle al propietario del Porsche su malestar. Así, le ha dejado una nota en la que le indica lo siguiente: “Estás en una parada de bus urbano. Respétala. Hay sillas de ruedas para bajarse del bus y no dejas acceso”.
La historia tiene un ‘girito’ final. Esta tarde, cuando ha pasado por la parada de marras, la conductora no ha podido ocultar su sorpresa: “Ha quitado la nota pero el coche sigue en su sitio, por lo que estamos ante un conductor la mar de educado. Que busque aparcamiento y se mueva un poco, porque es increíble que no se respete a las personas”.
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