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Reacciones a ‘Todo fue un malentendido’, la ‘Carta al director’ del chófer del urbano

Tras la publicación de la ‘Carta al director‘ en la que el conductor que señalaba que el incidente con tres chicos autistas en la Línea 1 del autobús urbano de Logroño el pasado 14 de agosto, varios lectores se han puesto en contacto con NueveCuatroUno para ofrecer sus valoraciones al respecto.

Inmaculada dueñas ha remitido otra ‘Carta al director’ en la que expresa lo siguiente:

“Leo, releo la carta de este conductor y trato de buscar una frase que pueda llevar a comprenderle. ¡Claro que sí! Ante todo la seguridad.  Pero en el curso que le impartieron, usted se debió quedar con esa frase: ante todo seguridad, ¡faltaría más! ¿Y qué hay de su sensibilidad? ¿eso no se lo dijeron en el curso?

Veo a madres entrar con coches de bebés por la puerta trasera y a personas en silla de ruedas. La próxima vez se lo dice usted…
Estos chicos no llevan ningún apoyo de ruedas. Pero usted sabía que esas personas, los autistas, tienen otros rasgos que les diferencian del resto. Iban a acompañados de monitores; ¿por qué necesitan monitores estos tres chicos? ¿quién es usted para decir si eran expertos o no? Para evaluar a los monitores, usted es un experto. 

Madre mía.  Esto me hace pensar que un robot se sentó en el asiento del conductor, porque el conductor sensible y tolerante estaba ausente. Le invito a leer mi carta ‘Empatía con los monitores y los chicos autistas‘. Acompañe un día a esos monitores inexpertos con los tres autistas. Viaje en bus, llévelos a la Biblioteca Azcona, a la Casa de Las Ciencias (si hay un taller, mejor), a Las Norias…

Verá entonces cómo el personal que trabaja en estos sitios tiene más tolerancia y empatía.  Y si cree que tengo ánimo de enfrentamientos o soy familiar de los chicos o amiga de los monitores, le aclaro que no los conozco ni estuve en el bus ese día. Solo pretendo que usted vaya, comparta un día la vida de un chico autista. Y ya no tendrá  que justificar lo que nunca debió ocurrir”.

Otro lector desea compartir desde el anonimato sus impresiones como “vecino de Logroño desde hace 38 años”, hermano de una persona perteneciente a la asociación ‘Igual a ti’ que ha vivido “situaciones análogas” a la relatada por este medio la pasada semana. Esta es su reflexión:

“En primer lugar resulta indignante y bochornoso por su parte que se dedique mediante una ‘Carta al director’ a volcar las culpas en los monitores y los niños. Es de bajeza moral esa torticera forma de dirimir su responsabilidad sobre esos maravillosos niños y de sus monitores, además de que muchas veces no lo hacen recibiendo un sueldo como usted hace, sino de manera altruista y voluntaria.

Alude a un curso que han realizado para intentar transmitir su profesionalidad en esta situaciones y lo único que hace es empeorarlo más. No se le puede reprochar nada a estos niños y, menos, con las formas con las que lo hizo, porque con esa actuación demostró que no puede y no debe tener contacto con niños y personas mayores.

Su delicadeza en el trato personal deja mucho que desear. A usted no se le paga solo por girar el volante y pisar pedales. Se le paga por un servicio completo que incluye el exquisito trato con sus usuarios, que casualmente son los dueños del servicio. Con su ‘Carta al director’ demuestra no solo que no esta arrepentido por lo sucedido, sino que carga las culpas en los agredidos. De vergüenza”.

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