Llega un momento en el que las ruedas dejan de rodar: unas porque pinchan y otras por desgaste. La Rueda del Laurel lo ha hecho apenas cinco meses después de que arrancara de nuevo, con nueva propiedad, en la Travesía del Laurel 3. Pero circunstancias personales de sus gestores han propiciado su adiós.
En su lugar, sin que casi haya sido perceptible el cambio, acaba de aterrizar La Rúa del Laurel. Y es que encaja todo hasta tal punto que incluso el rótulo de la puerta ha podido aprovecharse al coincidir varias de sus letras.
La Rúa es el desembarco de la compañía cervecera riojana La Rúa Brewery al formato de bar de pinchos. “Teníamos ganas de entrar en La Laurel, para nosotros es un escaparate para nuestras cervezas artesanas”, explica Dani La Orden, uno de los socios. Esta es la segunda aventura de la marca en la hostelería. “Es la misma compañía que ‘La Rúa Craft Beer & Food’ en el parque San Adrián”, precisa.
Entre los distintivos está precisamente la bebida: “Vamos a tener grifo de dos de nuestras cervezas artesanas, la rubia y la tostada; también, vermú de grifo”.
Pero en zona del Laurel si algo manda es la comida. ¿Alguna especialidad destacada? “Nuestro pincho estrella es el bocatita de secreto con queso brie y salsa del tío Kanito”, apunta La Orden. ¿Del tío Kanito? Ríe. “Es como se le conoce a nuestro cocinero; es una salsa similar a la chimichurri”, aclara.
No es la única opción gastronómica, a ella se le añade el bocata de calamares, bien con salsa alioli de ajo negro o salsa ‘chipotle’ picante; piperras en tempura o el clásico bocata de sardina y guindilla, entre otros.
Unos bares van y otros vienen, también en La Laurel, como en la vida misma.