La Laurel es una rueda que no para. Muchos locales se mantienen sin novedad, pero de vez en cuando hay cambios: cierres, aperturas… Hace apenas unos días abría sus puertas ‘A fuego’, y esta misma semana lo ha hecho ‘La Rueda del Laurel’. Ubicado en la Travesía del Laurel, entre el Cid y el Perchas, este local, que llevaba tiempo cerrado, ha vuelto a rodar, haciendo bueno su nombre.
Al frente está Cristian, un joven que junto a su familia pretende recuperar este bar: “En sus inicios la especialidad era la sepia a la plancha y eso es lo que vamos a ofrecer nosotros. Entre medio lo llevó una familia andaluza con especialidades de esa región y después una mujer con pinchos variados. Pero nosotros buscamos el origen del bar y el ‘monopincho’, que es la esencia que dio fama a La Laurel y a veces se está perdiendo”, apunta.
Tras la inauguración oficial el jueves por la tarde, la puesta de largo ha tenido lugar este fin de semana. “Hemos intentado respetar bastante las instalaciones anteriores, con la estructura de madera -aunque esa no se ve- y la barra de mármol, pero hemos pintado y abierto más el local, colocando la pancha, que no había, en un área abierta”, explica Cristian.
Este joven y su familia no son nuevos en las lides de revitalizar bares cerrados. Hace tres años y medio también volvió a arrancar un proyecto que se había frenado: El Perchas, manteniendo entonces la famosa oreja rebozada y añadiendo la opción de la oreja picante. Pero El Perchas ya es historia, ha quedado en manos de su tío y su cometido es ahora hacer rodar ‘La Rueda del Laurel’ que, como reza en su cartel, arrancó en 1968.
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