El pasado martes saltaron las alarmas en los alrededores de Logroño. Una importante columna de fuego, acompañada de la abundante presencia de humo, ponía en alerta a los servicios de emergencia.
El incendio se había producido en Viana, en una planta incineradora de oruja de oliva, y aunque no hubo que lamentar desgracias personales, los bomberos tuvieron que emplearse a fondo para combatir las llamas, en unas labores que se prolongaron durante toda una jornada.
Ahora, casi una semana después, este medio ha recibido la comunicación de algunos vecinos preocupados por la situación en la planta de Viana, ya que “sigue saliendo humo”. A eso hay que sumar el intenso olor a quemado que se ha instalado en el centro de Logroño este sábado, presumiblemente procedente de Viana. Los Bomberos de Lodosa (Navarra), en cambio, envían un mensaje tranquilizador: “El incendio está controlado”.
Porque las características de los materiales que ardieron en el recinto (madera y polvo de orujo, fundamentalmente) son “de combustión muy lenta”, lo que implica que “todavía arde y lo seguirá haciendo en los próximos días”. “Es como una carbonera”, explican los bomberos, detallando que “la madera que no estaba triturada ardió durante la primera jornada del incendio, pero el resto de material combustiona muy lentamente”.
