La Rioja siempre ha tenido ‘fama’ de ser un lugar propicio para los enfermos de asma por el clima seco. De hecho, con cierta frecuencia algunos vecinos de la zona costera, como el País Vasco, han recibido sugerencias de venirse a la comunidad riojana por esta razón. Una fama justificada, según reconoce Carlos Ruiz, médico Especialista en Neumología en el Hospital San Pedro de Logroño.
Sin embargo, los datos publicados en el documento ‘La Sanidad Española en cifras 2018’, a partir de los Indicadores Clave de Sistema Nacional de Salud del Ministerio, señalan a La Rioja como la segunda región donde más aumentó en 2017 (últimos datos) la incidencia del asma; un 114,93% desde 2011. Exactamente, según el informe, se ha pasado del 2,21% al 4,75% de incidencia en seis años.
¿Qué opina al respecto la unidad de Neumología de La Rioja? “No hemos notado ningún aluvión de pacientes”, asegura Carlos Ruiz, jefe de sección de Neumología. “De media solemos atender en Urgencias unos 392-411 casos anuales de agudización del asma y de ellos ingresan en torno a 90-85. 2013 fue un año inusual en cuanto a número, hubo 187 ingresos”, precisa.
15.000 personas padecen la enfermedad en La Rioja
Cabe recordar que el asma bronquial -que se caracteriza por tos, ruidos torácicos, fatiga y tirantez en el pecho- afecta a entre el 5 y 6 por ciento de la población adulta. “Se estima que unas 15.000 personas tienen asma en La Rioja, afectando más a las mujeres que a los hombres. Es la enfermedad crónica más frecuente en la infancia, con una prevalencia de entre el 8 y el 10%”, aclara el facultativo.
¿Se cura el asma? “Es muy variable, con distintas fases a lo largo de la vida. A veces puede presentarse en la infancia y luego que quede latente”, indica el jefe de Neumología del Hospital San Pedro. Y trata de animar a los asmáticos.
“Un uno por ciento de los enfermos padecen un asma de difícil control, pero en general, con asma se puede tener una calidad de vida perfecta: es clave que se cuente con un tratamiento adecuado”. También son fundamentales algunas prácticas: como ventilar la casa si se es asmático por causas alérgicas de ácaros, o evitar la exposición al aire libre cuando se es por cuestión de alergía de polen.
Sin embargo, el asma no solo tiene un perfil o una tipología; hay agentes que favorecen su irrupción: los factores predisponentes de la genética “que no se sabe bien por qué aparecen”; los factores causales, como las alergias a hongos, ácaros o polen; por esfuerzos físicos, como ocurre en los deportistas profesionales, etc.
Precisamente ahora, tras el invierno, se prevé que el asma irrumpa con más fuerza. “Termina ahora la incidencia de la gripe y comienza la del asma. Con la llegada de la primavera se acrecienta, hasta junio”, destaca el neumólogo Carlos Ruiz.
¿Y cuáles son las previsiones al respecto para este año? No parecen ser especialmente preocupantes, al menos de momento. “Como no ha llovido apenas hay menos intensidad de floración, por tanto, menos cantidad de polen y menos riesgo para los asmáticos de esta tipología. Por otro lado, si lloviera también puede limpiar, hacer efecto arrastre”, concluye Ruiz.
