No se habla de otra cosa en Logroño. Lo ocurrido este lunes en la calle Saturnino Ulargui tiene a toda la ciudad con la mosca detrás de la oreja porque no es normal que la Policía Nacional irrumpa en pleno corazón de la capital riojana, alertada porque hay seis jóvenes ocupando un piso de una familia. En total, seis detenidos -algunos menores- y varios huidos. La investigación continúa abierta.
Lo más sorprendente del caso es que la familia (un matrimonio y su hija de once de años) se marchó el viernes de su vivienda y tres días más tarde, a su regreso, se encontraron con los jóvenes dentro del inmueble y que no podían entrar al mismo. Nervios, ruidos en el interior, patadas a la puerta… y un aviso a la policía. Al conseguir acceder al piso, comprobaron que estaba destrozado, sucio y con pintadas.
Mónica Espinosa, portavoz de la Policía Nacional, ha señalado en declaraciones a Onda Cero que todo ocurrió alrededor de las 20,15 horas. “Los agentes se encontraron con las personas fuera de la vivienda, por lo que la investigación determinará qué hechos delictivos se les van a imputar a estas personas”, ha explicado, señalando que podría haber más detenciones en los próximos días, aunque no les consta que nadie saliera huyendo.
Los vecinos del inmueble no habían notado la presencia de los ‘okupas’ y se han mostrado muy sorprendidos con lo ocurrido. “Es un piso que ha estado alquilado antes a gente joven”, ha comentado una vecina del barrio, al tiempo que explicaba que no era la vivienda habitual de esta familia porque estaban de prestado. En concreto, de la prima de la mujer, ya que la familia se encontraba en estos momentos realizando una mudanza.
“Sí que oí algún ruido y dije que qué bestia es la gente, pero no le di más importancia porque en el segundo también estaban haciendo obra. Dije, igual han venido los dueños y están colocando cosas. No oímos ni notamos nada extraño”, ha apuntado otra vecina, mientras otro vecino se muestra igual de sorprendido: “A cada persona que le comentas el tema, te dicen si no habíamos oído nada o nos habíamos dado cuenta”.
“En la época que vivimos, dimos por hecho que había algo de juerga. ¿Cómo entraron sin dar pábulo a nadie? Supongo que la policía nos pueda decir alguna cosa de cómo han entrado porque es curioso que esté sin forzar la puerta. ¿Cómo ha ocurrido?”, ha añadido. Es el comentario general en el barrio. “Es mucha casualidad porque la cerraja estaba sin forzar”, ha relatado también la primera vecina.
