La Rioja

Pradejón, la sorpresa de los champiñones que no crecen en los árboles

“Hacemos lo mismo que en el enoturismo, pero desde el punto de vista ‘fungi’, el mundo de los hongos”. Así de fácil resume Javier Honorato el proyecto de ‘fungiturismo’ en Pradejón. El responsable de la iniciativa, que aglutina a todos los productores de champiñón y setas cultivadas de la localidad (más de la mitad de La Rioja), destaca que se trata de la primera ruta guiada de este tipo.

Cada año, alrededor de 7.000 personas hacen parada en Pradejón para practicar el fungiturismo. “Los fines de semana nos visitan, fundamentalmente, familias”, reconoce, aunque la actividad no para los días de labor: colegios, excursiones de jubilados, escuelas de hostelería y universidades completan los perfiles de visitantes.

La ruta cuenta con visita al museo (vídeos, actividades y paneles que explican la parte teórica) y la visita a los cultivos tradicionales, donde se ve cómo se trabaja y se elaboran el champiñón y las setas. La parada final, por lo general, suele ser el restaurante Chandro, ubicado en pleno corazón de Pradejón y que comenzó su andadura allá por el año 78 como barra. Quince años después, en 1993, abrió su actual establecimiento.

Adela Chandro resalta que el proyecto es una gran oportunidad de promoción para la zona: “Aprovechando que tenemos el champiñón en el kilómetro cero, lo hemos intentado usar para todo y darlo a conocer como cualquier otro producto: se puede utilizar para todo no sólo para guarnición, entrante, principal, segundo… y hasta como postre”.

Adela Chandro

Lo cuenta en la Feria Internacional de Turismo (FITUR) que estos días se celebra en IFEMA (Madrid), donde luce varios platos elaborados con verduras de Calahorra.

“La idea temática de este año es el blanco y el verde”, explica Javier Honorato, mostrando los cuatro pinchos realizados a base de champiñón y setas cultivadas de Pradejón. “Las verduras de Calahorra también serían del kilómetro cero”, añade Adela Chandro, indicando que se trata de platos vegetarianos y veganos: cardo relleno, crepe de borrajas con setas, alcachofa rellena de setas y un cuscús de coliflor y setas.

Las setas y el champiñón, al poder. “Cada vez se nota más la curiosidad hacia el champiñón porque se desconoce totalmente. Al ser algo novedoso, atrae a turistas porque hay algunas personas que piensan que sale de un árbol”, comenta entre risas, apuntando que la gente está acostumbrada a verlos en el campo y no en bodegas cerradas. “Esto es importante para la comarca. Todo lo que sea atraer gente y dar a conocer la zona siempre es bienvenido”, concluye.

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