Una familia arnedana ha visitado el plató de ‘Volverte a ver’, el programa que abría este viernes por la noche su segunda temporada con Carlos Sobera como presentador. Trece años llevaban sin verse las caras los dos hermanos, Luismi y Leandro (el hermano mayor). Las disputas familiares rompieron su relación y enfrentaron a varios miembros de la familia.
“Le eché la culpa de la muerte de mi madre”, confiesa Luismi entre lágrimas a Carlos Sobera. La escalada de tensión fue a poco a poco subiendo y Leandro acabó desheredado por parte de sus padres. “Lo que peor me sentó es que cuando acabó la misa, se llevó la urna con otros siete amigos como si estuviera de juerga”, reconoce Leandro en televisión, aunque los dos no se ponen de acuerdo en lo que sucedió: intentos de agresión, broncas, peleas verbales…
“Hemos pasado mucho los dos. Nos han metido en una guerra que no fue nuestra. Yo creo que no es justo. Siempre he pensado que un hijo único se puede sentir solo. No es justo no ser único y no poder contar con tu hermano, no tenerlo en tu vida”, comenta Luismi, visiblemente emocionado, tras lo que ambos intentan aguantarse las lágrimas.
En el programa también estaban la mujer y la hija de Leandro. “Pienso que ya era hora de que intentaran reconciliarse. Yo no tengo nada que ver, pero Luismi es mi cuñado. Y siempre va a ser mi cuñado”, apunta la primera.
“¿Qué piensas que deberías hacer?”, le pregunta Carlos Sobera a Leandro. “Pues aceptarlo”, zanja este. Y suena Nino Bravo. “Libre como el ave que escapó de su prisión y puede al fin volar…”. Y se abre la pantalla que hasta entonces los separaba. Lágrimas. Abrazos. Aplausos. Emoción. Trece años después, los hermanos se han reencontrado en un plató, han hablado sobre sus problemas, se han echado algunas cosas en cara y ha caído alguna lágrima, pero han acabado fundidos en un abrazo.
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