El frío ha llegado para quedarse. Guarda silencio y disponte a escuchar el castañear de los dientes a ritmo de cuadro flamenco. Date un paseo por la calle y disfruta de la visión de viandantes sin cuello. Saca las bebidas a la terraza y ahórrate un pellizco en electricidad.
Porque La Rioja se ha quedado congelada en este inicio de semana, con la mitad de las estaciones de observación meteorológica del Gobierno de La Rioja registrando temperaturas en negativo. La más baja de todas, la de Moncalvillo y sus -5,1 grados, pero ahí tienes también los -4,2 de Ezcaray, los -3,8 de Anguiano o los -3,4 de Torrecilla.
Tan solo en Aguilar del Río Alhama, Alfaro, Calahorra, Cervera y Logroño se han dado el gustazo de superar los dos grados de mínima, aunque ya se ha encargado el viento de que no se dieran cuenta, desplomando la sensación térmica un buen puñado de grados.
Viento que ha sido una brisa puñetera en prácticamente toda La Rioja pero que en Alfaro se ha crecido hasta ‘firmar’ una de las mayores rachas registradas en el conjunto del país: 63 kilómetros por hora a las doce del mediodía. La ventolera alfareña fue solo trece kilómetros por hora inferior a la registrada a medianoche en Valmadrid (Zaragoza).
