La Rioja

Culmina la restauración del puente medieval de Cuzcurrita de Río Tirón

El Gobierno de La Rioja ha completado la restauración integral del puente de piedra de Cuzcurrita de Río Tirón en la carretera LR-307 para mantener en buen estado esta infraestructura del siglo XV, además de aumentar la seguridad vial.

La reparación de la grieta longitudinal en el arco mayor permite la circulación de los vehículos pesados de más de 5 toneladas, que hasta ahora tenían prohibido el paso. Los trabajos han supuesto una inversión de 197.932 euros. Esta infraestructura arquitectónica forma parte del recorrido de la LR-307, que facilita la conexión norte-sur en este municipio de la comarca de Haro, además de favorecer la comunicación con la carretera N-232.

El consejero ha asegurado que la “recuperación de nuestro rico patrimonio es una obligación para devolver el esplendor a nuestros pueblos y, de esta forma, contribuir a darles vida y a luchar el abandono y la despoblación”. “Además, estamos hablando de una infraestructura de origen medieval que, además de una seña de identidad del municipio, constituye un indudable elemento de interés para los visitantes que se acerquen a la localidad”, ha añadido.

Las obras de restauración han contado con un plazo de ejecución de tres meses y medio con el propósito de mejorar su estado de conservación con la mínima intervención posible. Para ello, se han reparado las fisuras localizadas en las bóvedas principales, se han salvado las humedades y la erosión de los sillares y se ha reforzado la conexión de la estructura original de puente y su posterior ampliación.

Mejora de la iluminación

Los trabajos también han incluido el saneamiento, limpieza y reposición de los sillares, la consolidación de la cimentación, el refuerzo de las bóvedas, la impermeabilización de la calzada, la mejora del drenaje y la mejora de la iluminación tanto en el alzado de los muros como en el interior de las bóvedas.

El puente tiene una longitud de 45 metros aproximadamente (30,5 metros entre los apoyos de las dos bóvedas principales y 14 metros gracias al muro de acompañamiento en la vertiente aguas arriba). Su anchura varía entre 5,6 y 5,75 metros y existe un aparcadero en el centro del puente con un ancho de 8,6 metros.

Por último, los trabajos arqueológicos que se han llevado a cabo han permitido la identificación de 260 marcas de cantero. Estos elementos se encuentran en los arcos mayores de medio punto de la oba antigua, tanto en la bóveda como en la línea de imposta de uno de ellos.

Historia del puente

Fueron los propios vecinos de Cuzcurrita los que construyeron este puente a finales del siglo XV. Se mantuvo en perfecto estado durante un siglo, hasta que el día de la Ascensión de 1582 una gran riada destruyó su arco central y otras partes del puente.

Tras una larga obra de restauración y varias actuaciones a lo largo del siglo XVIII, el ingeniero logroñés Amós Salvador (1845-1922), sobrino de Sagasta y ministro en varios gobiernos del propio Sagasta, Canalejas y Moret, se encargó del proyecto de ensanche en 1880. Se trata de la última obra de consideración que se ha llevado a cabo en esta infraestructura.

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