La Rioja

El colectivo LGTBI se desmarca del ‘show’ Alexia y mira a las autoridades

GYLDA y Marea Arcoíris evitan la polémica, pero reclaman la responsabilidad de las autoridades

No quieren polémicas. No quieren dar más voz y más algarabía al tema de Alexia y a Salvador Martí, que este sábado estrenaba su penúltimo capítulo (no se sabe cuál será el último): la convocatoria de una manifestación el 17 de noviembre contra la Ley LGTBI.

Desde el colectivo LGTBI, el presidente de la asociación GYLDA, José Sáenz, reconoce a NueveCuatroUno que no serán ellos quienes vayan contra la libertad de manifestación, “que ampara el Estado de Derecho de España”, siempre, claro está, que se cumpla con la legalidad vigente.

La Marea Arcoíris, en la persona de Álvaro Villar, confiesa a este medio estar “en contacto con colectivos y partidos políticos para estudiar la situación y conseguir frenarla, como ya se consiguió el pasado año con el autobús de ‘Hazte oír'”.

Villar gira la atención a los entes competentes. “Ahora la pelota está en el tejado de la Delegación del Gobierno, que es la que autoriza. Ellos verán si se puede permitir una difusión de odio hacia el colectivo LGTBI”, subraya, mientras que recuerda que hace un año hubo un intento de una reivindicación similar y apenas tuvo seguimiento. Por ello, teme que todo el movimiento comunicativo del convocante no sea sino una forma de publicidad para atraer atención.

“Primero debería saber en qué consiste la Ley y el colectivo LGTBI”

Respecto a la reivindicación de la ‘supuesta’ manifestación contra la Ley LGTBI, José Sáenz recalca que “si algo es esta Ley es amplia, transversal y abarca a mayores y menores. Precisamente, uno de los objetivos es proteger a los menores”.

Por ello, incide el presidente de GYLDA, “igual a lo mejor esta persona lo que debiera saber primero es en qué consiste la Ley y el colectivo LGTBI, porque, por ejemplo, cuando se refiere a que estas tendencias no se manifiestan desde pequeños, en el caso de los ‘trans’ está probado que se manifiesta desde pequeños”. Además, “es una Ley de igualdad que defiende los derechos de nuestro colectivo, uno de los más numerosos del país”, recalca Sáenz.

Con todo el ‘espectáculo’ surgido en torno al programa Alexia y su ejecutor, esta voz autorizada del colectivo LGTBI mira más allá: “La idea del programa era buena, ahora que la responsabilidad es de los poderes públicos que autorizan y supervisan a la persona que lo va a impartir, porque hay que estar seguros de que esa persona está preparada y es la adecuada para llevarla a cabo y estar en los colegios con menores”.

Y eso lo extrapola: “No sé si es cosa del Ayuntamiento, de la Policía, de las Consejerías competentes o de todos”.

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