Casco Antiguo de Logroño. Una tarde cualquiera de verano. Cuatro turistas caminan sin rumbo por la calle Marqués de Vallejo. Todos lamen sus helados para refrescarse del sol de justicia que impera en los adoquines de la capital riojana. Dejan atrás la Concatedral de La Redonda y enfilan esa pequeña cuesta arriba que llega al Paseo del Espolón. Paran frente al bar ‘La Quimera’ y ven un folio con un aviso. Se sorprenden. Está cerrado en pleno mes de agosto. Terrible. Desolador. Una tragedia.
Tres carteles en la fachada rezan el motivo del cierre: “Ante la necesidad de tratar nuestro problema de ‘calocha’, nos vemos obligados a tener que cerrar del día 12 al 22 de agosto (ambos inclusive)”. “¿Qué es la calocha?”. “Yo no sé lo que es”. Incredulidad. Preguntas al aire. Nadie conoce la respuesta. Y entonces retoman su camino por la calle Marqués de Vallejo. Los helados vuelven a centrar su atención.
Sin poder disfrutar de una de las cañas mejor tiradas del corazón de Logroño ni de unas carrilleras que quitan el sentido o de una oreja a la plancha para recordar toda la vida, los turistas abandonan el lugar. Sin saber el alcance de la pérdida, andan despacio, sin prisa, preguntándose todavía qué es eso de ‘la calocha’ que ha cerrado un bar en pleno mes de agosto.
Por suerte, un pequeño detalle en el aviso de ‘La Quimera’ nos saca de nuestro sinvivir. Y aquí lo compartimos sin adelantarnos a los acontecimientos. Descúbrelo por ti mismo.
*NueveCuatroUno ha podido comprobar este jueves que ‘La Quimera’ ha reabierto sus puertas sin mayores contratiempos, una vez superados sus problemas de calocha. Han vuelto las cañas, las orejas y las carrilleras a Marqués de Vallejo.
