La Rioja

El programa pionero en atención temprana de La Rioja atiende a 170 menores al año

En la Unidad de Neonatología del Hospital San Pedro se desarrolla una acción pionera en atención temprana para el cuidado y tratamiento de neonatos denominada Programa de Seguimiento del Desarrollo de los Niños de Riesgo.

Según ha indicado la consejera de Salud, María Martín, su objetivo es “detectar y atender cuanto antes los retrasos y alteraciones del proceso normal de crecimiento y de maduración de los recién nacidos, con el fin de mejorar su desarrollo posterior y su calidad de vida”.

Martín ha explicado que la Unidad de Neonatología, encargada de la atención temprana, está integrada actualmente por “tres especialistas, diecinueve enfermeras, nueve auxiliares, y cuenta con once incubadoras y 13 puestos de cuna”.

La consejera ha subrayado que cada año ingresan “cerca de 200 neonatos, en torno al 7-8% de los nacidos anualmente en La Rioja. De estos, 170 son atendidos dentro del programa de Seguimiento del Desarrollo de los Niños de Riesgo, ya que precisan de acciones e intervenciones que ayuden a completar o estimular su desarrollo. En él, participan profesionales de Neuropediatría, Rehabilitación, Fisioterapia y Neonatología”.

“Esta acción contribuye a disminuir los niveles de ansiedad y el estrés de los padres ante una situación tan traumática, como es no poder llevarse a casa a su hijo recién nacido o no estar las primeras horas tras el nacimiento de éste a su lado”, ha matizado la titular de Salud.

El programa, que conlleva un seguimiento protocolizado del menor, se inicia durante la estancia en la unidad neonatal, y en él las familias juegan un papel esencial.

A este respecto, la neuropediatra Mª Luisa Poch ha recalcado que siempre intentan que las familias participen desde el principio en los cuidados, como pasa también con el programa Canguro, que consiste en favorecer el contacto ‘piel con piel’ entre la madre y el padre con el recién nacido; con las técnicas para estimular a los bebés; o con los cambios posturales.

“La participación de los padres favorece un alta precoz, una mayor seguridad en el cuidado de los pequeños por parte de sus progenitores y una mejor evolución de estos pequeños pacientes y sus familias”, ha asegurado la doctora.

La atención temprana continúa una vez que los niños son dados de alta del hospital a través de la realización de controles periódicos en las consultas y en las salas de Atención Temprana. Como mínimo, los niños son vigilados hasta los tres años, momento en el que son escolarizados, prolongándose hasta los seis años o más si fuera necesario. En 2017 tuvieron lugar 166 primeras consultas de Atención Temprana en el Hospital San Pedro.

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