El ministro de Fomento, José Luis Ábalos, comparecía este jueves a petición propia ante la comisión de su ramo en el Congreso de los Diputados “para informar sobre las líneas generales de la política de su departamento”. En esa declaración de intenciones ante sus señorías, Ábalos pronunció un total de 13.256 palabras y ninguna de ellas fue para referirse a La Rioja.
Y eso que el ministro no pasó precisamente de puntillas por las competencias que le atañen. Pasó revista a sus planes relacionados con el transporte por carreteras, aéreo, ferroviario y portuario, la vivienda y las inversiones, avanzando contactos directos con Administraciones como la Diputación Foral de Álava, la Junta de Castilla y León, la Generalitat Valenciana, la Generalitat de Catalunya y la Junta de Andalucía. Pero de La Rioja, ya tal.
Ábalos arrancó su comparecencia subrayando que la actividad de su Ministerio estará enmarcada en los “objetivos y prioridades” de la política económica del Gobierno: “Crecimiento robusto, sostenible e inclusivo”. Y reveló que su cartera licitará de aquí a final de año “contratos de obra por un importe total de más de 5.000 millones de euros”.
“Justicia y equidad”
En materia de carreteras, el ministro confirmó la liberación de los peajes en la AP-1 (entre Burgos y Aviñón), la AP-7 (entre Tarragona y Alicante) y la AP-4 (entre Sevilla y Cádiz), “por justicia con el resto de españoles y por una cuestión de igualdad y equilibrio territorial”.
Asimismo, Ábalos compartió una reflexión con el resto de diputados, al indicarles que “deberíamos intentar guardar cierta coherencia entre lo que pasa en los diferentes territorios, pues es una realidad que la presencia de los peajes no es homogénea en todo el territorio español”.
