El Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil ha llevado a cabo entre el 1 de enero de 2017 y hasta el pasado mes de mayo un total de 900 actuaciones, de las que 486 acabaron en denuncia por infracciones administrativas. Dicho de otro modo, los agentes desarrollan dos actuaciones cada día e imponen una multa diaria, de media.
Las causas están relacionadas con la ordenación del territorio, Convenio CITES, vías pecuarias, caza y pesca, leyes sanitarias, fauna, incendios, residuos y vertidos, alimentación, patrimonio histórico e industria. Las más destacadas son las relacionadas contra la caza furtiva, contrabando y recuperación de fauna, la clausura de vertederos, talleres ilegales y empresas gestoras de residuos, la incautación de alimentos y productos caducados o no ajustados a la normativa.
Además, durante ese periodo se cursaron 23 actuaciones penales relativas al urbanismo y ordenación del territorio, maltrato animal, flora y fauna, protección del medio ambiente, estafa y falsedad documental.
30 años de servicio
Son estas algunas de las estadísticas que el instituto armado ha difundido con motivo del trigésimo aniversario del Seprona, uno de los primeros cuerpos medioambientales del mundo, encargado de asegurar el derecho constitucional de la ciudadanía a disfrutar de un medio ambiente adecuado.
El aumento de la conciencia sobre los problemas medioambientales y la necesidad de conservar los recursos naturales se ha materializado en leyes cada vez más específicas. Estas normas, dictadas por instituciones nacionales, europeas e internacionales, se centran, principalmente, en incrementar las medidas de vigilancia y controlar las acciones del hombre que puedan suponer una amenaza para la naturaleza.
Los primeros agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza llegaron a La Rioja en junio de 1988. En la actualidad, diecisiete agentes destinados en Logroño, Autol y Ezcaray son los encargados de recorrer hasta el último rincón de la región para conservar la naturaleza, el medio ambiente, los recursos hidráulicos, la riqueza piscícola, forestal y cinegética y la flora y fauna, poniendo especial atención a las especies protegidas.
Áreas de actuación
Entre las áreas de competencia se pueden señalar el comercio ilegal de especies de flora y fauna, el tráfico ilegal de residuos, vertidos contaminantes y emisiones a la atmósfera, incendios forestales, pesca ilegal marítima y continental, caza, furtivismo y uso de medios no selectivos de caza, urbanismo y usos del territorio, maltrato animal, espacios protegidos, patrimonio histórico o seguridad en la producción primaria.
Para desempeñar sus funciones, el SEPRONA tiene plenas capacidades de investigación criminal, en su función de Policía Judicial medioambiental específica y cuenta, a día de hoy, con unos avanzados medios tecnológicos que le permiten desarrollar complicadas investigaciones, como las llevadas a cabo recientemente: Operación Lake contra el tráfico internacional de angulas con destino a países asiáticos o la Operación Yuyus contra la pesca ilegal en aguas internacionales de la Antártida.
El desafío medioambiental del siglo XXI
El cambio climático, el aumento de las emisiones de gases nocivos, la pérdida de biodiversidad o el ecoterrorismo son algunas de las amenazas contra las que los especialistas del SEPRONA van a tener que luchar. Por otro lado, la delincuencia medioambiental ha evolucionado en estos últimos años debido a sus beneficios y a las bajas cuantías de sus penas hasta la constitución de verdaderos grupos criminales organizados.
Todo esto ha obligado al SEPRONA a readaptar sus capacidades. Con todo, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil, como ha venido haciendo en estos 30 años, seguirá trabajando para continuar siendo un referente mundial en la defensa del Medio Ambiente.
