Esta semana ha amanecido en Zarratón con estampas que invitan al sosiego. Grandes masas de agua han aparecido allí donde antes solo había tierra y cultivos, pero no es sino la cicatriz que ha dejado el paso de la tormenta de este domingo. Uno de esos episodios meteorológicos para los que no encuentran precedentes en esta localidad de menos de 300 habitantes.
El propio alcalde, Víctor Manso, relata a NueveCuatroUno el momento en el que los vecinos sintieron que el cielo se desplomaba sobre ellos: “Sobre las siete de la tarde bajó como un pequeño tornado que tocó tierra durante un minuto o minuto y medio; se llevó sillas, sombrillas de la piscina y en menos de media hora cayeron 50 litros”.
Zarratón
En apenas cien segundos, el fortísimo viento y la lluvia desmedida cambió por completo la orografía del terreno. “Se ha llevado caminos y los pequeños ríos que atraviesan Zarratón, que llevaban años sin agua, no daban abasto; fue increíble”, explica el regidor, quien subraya que “tan fuerte como este fin de semana no ha llovido nunca; lo hemos comentado con las personas mayores y no recuerdan una cosa igual”.
En el capítulo de incidencias, los bomberos tuvieron que emplearse a fondo para liberar el acceso a algunos garajes que habían quedado inundados y algunos vecinos echaron mano de sus medios para retirar agua de los portales con sus propios cubos. En el campo, el alcalde expresa su preocupación por los agricultores: “La judía verde estaba recién sembrada y ahora no sabemos qué va a ocurrir”.
Este mismo lunes, Manso ha despachado personalmente en los despachos de la Consejería de Fomento y Política Territorial para negociar posibles partidas que ayuden a paliar los efectos del tormentón: “Se nos había asignado ayudas para arreglar caminos que después de lo de este fin de semana han quedado intransitables”. Además, la Dirección General de Carreteras ya ha comenzado a actuar para “retirar piedras de los caminos y arreglar los accesos”, si bien “nos va a llevar mucho tiempo recuperar la normalidad”.
Los canales de Ollauri
En su recorrido por territorio riojano, la tormenta también se dejó notar en Ollauri, donde las calles se convirtieron por momentos en canales. “Están todos los caminos de alrededor del pueblo destrozados y por alguna calle todavía baja agua”, apunta a NueveCuatroUno un vecino de la localidad”.
Ollauri
Respecto a los motivos de las inundaciones, este lector señala que “no se limpian algunas acequias por parte de la Confederación Hidrográfica del Ebro y todos los desagües de la AP-68 van a parar al municipio”. “Toda la maleza ha cerrado las acequias y el agua busca el hueco por donde puede”, apunta.
La buena noticia es que las bodegas enclavadas en la localidad no se han visto afectadas por la gran cantidad de agua acumulada: “Casi todas tienen bombas de achique y por eso no hay que lamentar, pero de lo contrario se habría inundado prácticamente todo”.
Ollauri
