“Queremos ser libres, no valientes”. Así de simple. Ya pasó algo parecido el mes de abril, cuando la sentencia contra los cinco miembros de ‘La Manada’ decía que no había ni violencia ni intimidación en un “abuso sexual con prevalecimiento” sobre una joven durante las fiestas de San Fermín del año 2016. Este viernes, tras conocerse que la Audiencia de Navarra ha decidido no prolongar la prisión provisional a los cinco condenados, Logroño ha vuelto a salir a la calle para protestar “contra la justicia patriarcal”.
El Palacio de Justicia de La Rioja ha vuelto a ser el escenario donde se han dado cita alrededor de un millar de personas (a las que luego se han sumado otras tantas), dos horas más tarde de que tres miembros de la conocida pandilla -condenados a nueve años de prisión- hayan abandonado la cárcel de Pamplona después de abonar los 6.000 euros de fianza y apenas media hora más tarde de que los otros dos integrantes de ‘La Manada’ salieran de Alcalá Meco.
“No es abuso, es violación”. Otra vez. Y una razón para volver a tomar el asfalto de la capital riojana: “Hoy volvemos a salir a la calle para gritar alto y claro que esta justicia no nos representa, no nos protege y nos culpabiliza”.
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