El encuentro que enfrentó al Haro y al Yagüe en El Mazo ha dejado muy tocado al equipo de Logroño. Después de que durante el partido se quedaran con 7 jugadores sobre el terreno de juego, el Comité de Competición ha sancionado a los futbolistas con un total de quince partidos de suspensión.
El peor parado ha sido Diego Martínez, que va a estar seis encuentros en la grada: dos por “provocar a alguien contra otro”, otros dos por “provocar la animosidad del público” y de nuevo, dos más por “protestar al árbitro principal, a los asistentes o al cuarto árbitro “.
El segundo jugador que más partidos se va a perder es Borja Sánchez. El jugador del Yagüe ha sido sancionado con cuatro por “agredir sin causar lesión, ponderándose como factor determinante del elemento doloso, necesario en esta infracción, la circunstancia de que la acción tenga lugar estando el juego detenido o a distancia tal de donde el mismo se desarrolla que resulte imposible intervenir en un lance de aquél”. Otro de los damnificados ha sido el capitán del equipo amarillo, Iván Murias, quien no va a poder disputar los próximos tres encuentros.
De los tres partidos, uno ha sido por “conductas contrarias al buen orden deportivo” y los dos restantes por “dirigirse a los árbitros, directivos o autoridades deportivas en términos o con actitudes de menosprecio o de desconsideración”.
Isra Duval, el goleador del conjunto de la barriada logroñesa, tampoco podrá ayudar a sus compañeros en el terreno de juego, ya que va a estar un partido sin jugar por doble amarilla. Por último, Jair Vargas cumple ciclo de tarjetas amarillas y el delegado del equipo, José Ángel García, ha sido sancionado con tres enfrentamientos por protestar a los colegiados con agravante de reincidencia.
