Los trabajadores de Talleres Lispar en Logroño han realizado una concentración de dos horas que ha tenido lugar frente a Standard Profil, en el barrio logroñés de Varea, perteneciente al mismo grupo empresarial.
Un centenar de trabajadores de esta fábrica, apoyados por el comité de empresa de Standard Profil, han protestado por el reciente anuncio de la dirección de su intención de despedir de forma inmediata a nueve trabajadores fijos, en lo que parece un anticipo de futuros despidos y la posible desaparición de la empresa.
Esta semana, según han señalado desde CSIF, en un intento infructuoso de suspender las movilizaciones, la dirección de Talleres Lispar se reunió con los directivos de Standard Profil para intentar conseguir algún proyecto que garantizase el mantenimiento de los puestos de trabajo.
Los sindicatos ya han alertado sobre la intención de esta empresa de llevar gran parte de su producción a Marruecos, lo que acarrearía numerosos despidos y una gran preocupación por el futuro de su plantilla.
Talleres Lispar es una empresa ubicada en el Polígono La Portalada de Logroño, pertenece al grupo Standard Porfil —antigua Permolca— y se dedica al sector del automóvil (manufacturas del caucho). Cuenta en la actualidad con una plantilla de 239 trabajadores fijos, cuando a finales de 2017 tenía cerca de 280 trabajadores, entre fijos y eventuales.
La semana pasada, la dirección de la empresa comunicó al comité de empresa su intención de despedir de forma inmediata y por motivos objetivos a 9 trabajadores. Para lo que ha solicitado bajas voluntarias.
La falta de trabajo se debe a la decisión por parte de la empresa madre del grupo, Standard Profil, de industrializar los nuevos proyectos en Tánger (Marruecos), donde se encuentran otras plantas de este grupo y cuyos costes de producción son más baratos.
“Está previsto que para el próximo verano haya más despidos ya que finaliza en la planta de Logroño un proyecto que da trabajo a más de 30 personas”, han indicado desde CSIF, concluyendo que, con un futuro incierto y sin la posibilidad de incorporar nuevos trabajos, el personal ve con preocupación su futuro y no entiende por qué la propia empresa no está haciendo nada para impedir que esta planta desaparezca.
CSIF sospecha que, si no se hace nada por evitarlo, Talleres Lispar de Logroño será otra víctima más de la deslocalización de la industria en la región, ya que es más que probable que los pocos trabajadores que queden en esta empresa se vean obligados a trasladarse a la factoría de Mendavia si quieren conservar su puesto de trabajo o sencillamente engrosar las filas del paro de nuestra comunidad autónoma.
