Darle literatura a la política riojana me tortura día tras día. Lo veo una tarea imposible. Empiezo a darle a las teclas y nada me sale. Reviso los papeles y no encuentro ninguna frase apuntada. ¿Qué ha pasado? Intento recordar algo de la última sesión y mis pensamientos se difuminan en un extraño abrazo entre César Luena y Pedro Sanz en el pasillo. No puede ser. Seguro que lo ha dicho alguien de broma y mi mente ha convertido esa imagen en algo que pienso real, pero nunca ha ocurrido.
Reviso entonces lo que pasó en la sesión anterior para ver si lo de hoy guarda alguna relación con lo de ayer y me doy cuenta de que sí y de que no, de que también dije que la política riojana me torturaba. Qué putada. Y ahora qué me invento para innovar. Ya sé. Hablemos de fútbol. “Si te lo explican con fútbol, lo entiendes”.
La sesión de este jueves ha sido ese último partido de la temporada en el que no te juegas nada. Tu equipo va a quedar décimo sí o sí. Gane, pierde o empate, no le pillan los de abajo ni aspira a las plazas europeas. Qué decir de ganar la liga si nunca has ganado ni el sorteo para sacar. Sin emoción por lo que puede deparar el resultado, acudes al estadio simplemente por costumbre. No tienes nada mejor que hacer. Así, por lo menos, felicitas las fiestas a los presentes.
El presidente José Ignacio Ceniceros y el líder de Ciudadanos, Diego Ubis, finiquitaron hace días el año firmando un acuerdo para los presupuestos que anulaban las enmiendas presentadas por PSOE y Podemos con la misma eficacia que la mayoría absoluta del PP de la pasada legislatura. Y entonces, ¿qué? Pues debatamos igualmente para dejar claro que socialistas y morados creen que las cuentas elaboradas por Alfonso Domínguez son una mierda. Así, el PP puede decir que son cojonudas y Ciudadanos que ha conseguido introducir varias de sus propuestas.
Si no ves entrecomillada ninguna frase anterior es porque no utilizaron exactamente esas palabras, pero unas parecidas. Aquí nos gusta el dramatismo y la exageración. ¡Oh! ¡Sorpresa! Las enmiendas acabaron rechazadas y nos dedicamos a otra cosa en este jueves soleado de invierno. Por ejemplo: a imaginarnos a Ceniceros y a Ubis cantando a dúo en el karaoke al lado de la Fuente Murrieta al estilo Pimpinela.
– Ubis: “No me molesta que me hayas mentido, me molesta que a partir de ahora no pueda creerte”.
– Ceniceros: “Yo no le voy a negar que ha habido momentos duros, pero sí le digo que el diálogo no desgasta nunca”.
Aquí sí, comillas. Lo dijeron. La fuerza de la expresión real. Y por seguir imaginando, ante la ausencia de más frases con pegada, volvamos al karaoke: cuatro copas más tarde de cantar a dúo, Ubis coge el micrófono y se pone serio para dedicarle la última canción de la noche al presidente: “Esta, va para ti, José Ignacio, para los presupuestos del año que viene”.
Yo, seré el viento que va
Navegaré por tu oscuridad
Tú, Rocío, beso frío
Que me quemará
[…]
Yo, seré un hombre por ti
Renunciaré a ser lo que fui
Yo y tú, tú y yo
Sin misterios
