El futbolista Isidoro Lasala Casajús (Tauste, Zaragoza, 1923) moría este sábado en Logroño a los 94 años de edad. Era el último jugador legendario del gran Real Valladolid de finales de los años 40 y los años 50, después de jugar durante nueve campañas consecutivas en las que disputó 253 partidos oficiales con la blanquivioleta. Pero su último equipo fue el Club Deportivo Logroñés de la temporada 56-57. En la capital riojana colgó las botas y aquí se quedó a vivir. Montó entonces la conocida zapatería infantil ‘Lasala’, en la calle Portales, donde calzó prácticamente a todos los niños de Logroño durante cincuenta años, hasta que la tienda cerró en 2006.
“Los primeros momentos de la tienda resultaron un tanto agobiantes, acostumbrado como estaba a los espacios abiertos y al césped, así que prolongó su trayectoria futbolísticas ocupando distintos cargos en el Logroñés como entrenador, secretario técnico, vicepresidente, directivo y delegado”, recordaban hace diez años en el diario ‘La Rioja’.
Enfermo de alzheimer al final de su vida, su familia recuerda que Lasala se sintió blanquivioleta hasta el último día. Cada victoria del ‘Pucela’ le arrancaba una sonrisa y recordaba viejas historias del Real Valladolid de “la década prodigiosa”.
Su historia en Pucela
Lasala llegó al Real Valladolid en la campaña 43/44 procedente del Logroñés. Sólo jugó tres partidos y estuvo dos años cedido hasta que volvió para formar junto a Juan Antonio Ortega un medio centro sensacional del ‘Pucela’.
“Fueron indiscutibles y proporcionaron muchas tardes de gloria que los viejos aficionados no olvidarán nunca. Ortega tenía un toque mágico, un guante en la bota que le permitía colocar el balón en el sitio justo y en el momento apropiado; Lasala, que tampoco estaba huérfano de técnica, era un pulmón providencial cuando el equipo acusaba el esfuerzo. Lasala parecía estar en todas partes y Ortega sólo donde hacía falta. ¡Menuda pareja…!”, escribió José Miguel Ortega en su ‘Historia del Real Valladolid’.
Junto a otros jugadores míticos como Saso, Lesmes I, Lesmes II, Babot, Busquet, Coque, Vaquero, Aldecoa y Revuelta, por citar algunos, Lasala fue artífice fundamental del ascenso del Real Valladolid de Tercera a Primera división en dos temporadas (46/47 y 47/48), subcampeón de la Copa del Rey en 1950 y semifinalista en 1952.
