El último de la feria fue intenso. El segundo sábado mateo, la conversación sobre la extensión de las fiestas ha sido igualmente recurrente durante toda la semana, arrancó llenando Avenida de Colón de un inigualable aroma a chuletillas al sarmiento. 100 cuadrillas se apretaron oficialmente 200 kilos de chuletillas de cordero, aunque no había mesa que no hubiese añadido al menú previsto en el programa un poco de panceta, un poco de salchichón, un poco de choricillo o un poco de tomate. La intención es almorzar, pero difícilmente los asistentes pudieron añadir a su agenda sabatina el rito de la comida.
La quema de la cuba anunció oficialmente a las diez de la noche que la cuenta atrás de los sanmateos 2017 debía empezar, porque de los del 2016 no quedaba ya ni rastro, aunque La Frontera se encargara de desmentirlo una hora más tarde en la Plaza del Mercado. La resistencia logroñesa, en este caso al final mateo, arrancó al límite del bien y del mal y se extendió durante toda la madrugada con la mirada ya puesta en el 2017.
Con la quema de la cuba ponemos el cierre #SanMateo2016. Gracias a todos por estas fiestas #Logroño pic.twitter.com/x3A0dDfCf7
— Ayuntamiento Logroño (@AytoLogrono) 24 de septiembre de 2016
