La Rioja

Alcampo adquiere los antiguos cines Ábaco de Parque Rioja

Tras algo más de siete años de historia en Logroño, los cines Ábaco echaron el cierre en marzo de 2013 al no poder afrontar una deuda que tenían con Bankia. Después de tres años, parece que el complejo podría volverse a poner en funcionamiento al haberlo adquirido Alcampo (a través de Immochan, gestor inmobiliaro del Grupo Auchan) a sus propietarios: el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF), CaixaBank, que heredó la participación de Banco de Valencia, y Bankia, que traspasó la suya a la Sareb.

La adquisición del edificio de 9.373 metros cuadrados que cuenta con catorce salas de proyección y ocho locales comerciales, según ha publicado Valencia Plaza, se habría cerrado en torno al medio millón de euros.

El inmueble formaba parte de la cartera de activos procedentes de Bankia, Banco Gallego y Banco Ceiss que el conocido como banco malo cedió el verano pasado a Solvia, la plataforma inmobiliaria de Banco Sabadell, para que se encargase de su gestión y comercialización. La Sareb presenta los cines en su página web como un activo muy atractivo por su ubicación, pero también por su estado de conservació: “La disponibilidad actual es del 99% y Certificado de Eficiencia Energética F”.

El cierre de estos cines dejó en su momento a sus veinte empleados en la calle y afectó también a otros diez trabajadores de las subcontratas de limpieza y seguridad, así como a las tiendas de golosinas y los establecimientos de restauración del Parque Rioja. Según las cifras aportadas por la entidad en 2013, se trataba del multicine “más visitado de Logroño”, al copar el 40% del mercado de la capital riojana y recibir unos 200.000 espectadores al año.

LA DEUDA INASUMIBLE

Para encontrar la respuesta a por qué la Generalitat acabó siendo copropietaria de unos cines en Logroño hay que remontarse a 2004, explican en Valencia Plaza, cuando el IVF, Banco de Valencia y Bancaja prestaron a la exhibidora valenciana Ábaco 15 millones de euros para equipar dos salas de cine en los complejos de Alfafar (Valencia) y Sant Vicent del Raspeig (Alicante). La garantía de ese crédito era el multicine de Logroño.

Cuando la empresa matriz entró en concurso de acreedores en 2007, hubo un acuerdo con los acreedores de una quita del 70% sobre el total de la deuda que ascendía a 65,23 millones de euros. Ejecutaron entonces las entidades bancarias sus garantías y se convirtieron en copropietarias de los cines riojanos hasta que en 2010 traspasaron el inmueble al banco malo para intentar rentabilizarlo.

 

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