Efectivos de la Guardia Civil en La Rioja han procedido a la detención de un varón de 42 años, natural de Baracaldo (Vizcaya) y vecino de Autol, como presunto autor de los delitos continuados de estafa, simulación de delito y falsedad documental. Esta persona denunció dos robos con fuerza en inmuebles de su propiedad y un robo con violencia e intimidación contra su persona, con la única finalidad de estafar a sus compañías aseguradoras. Del primer robo obtuvo una indemnización de 10.000 euros y por los otros dos pretendía cobrar otros 10.000 euros.
Las denuncias se presentaron en un periodo de ocho meses. Las dos primeras en septiembre de 2015 y mayo de 2016, por sendos robos con fuerza cometidos en dos inmuebles de su propiedad. En ambos casos indicó que autores desconocidos accedieron al interior de los mismos tras haber forzado las puertas de entrada, para sustraerle numerosos efectos entre ellos: un equipo de tv para inspección y localización de tuberías, una motosierra, diversas herramientas, utensilios de fontanería, un ordenador portátil de alta gama, etc, valorando lo sustraído y los daños causados en 19.000 euros.
La tercera se interpone a principios de mayo de 2016, en su relato el detenido manifiesta que cuando transitaba por una calle de Calahorra, un individuo con el rostro cubierto y armado con un destornillador de grandes dimensiones le amenazó, llegándole a sustraer un teléfono móvil marca IPhone 6S y 200 euros en efectivo.
Las inspecciones oculares que se realizaron en los lugares de los hechos, las numerosas contradicciones en las que incurre el detenido durante sus comparecencias y la negativa a entregar las facturas de los efectos sustraídos a los investigadores, hacen sospechar de la falsedad de las denuncias.
Esto se confirma una vez que las aseguradoras ponen a disposición de los agentes las facturas que el detenido les entregó para cobrar las correspondientes indemnizaciones. El análisis que efectúa sobre las facturas determina la presunta falsedad y manipulación de las mismas.
El detenido reconoció ante los investigadores que los robos nunca se llegaron a producir y que los efectos denunciados como sustraídos estaban en su poder, a excepción del IPhone 6s que había perdido.
