Si días atrás traíamos a esta espacio la situación del solar del antiguo Colegio San José, hoy asoma en esta mismas líneas otro solar no menos famoso de Logroño, otra polémica anclada en el tiempo, otro atajo de promesas incumplidas: la Casa de las Tetas.
Fue en el otoño de 2007 cuando el entonces portavoz socialista del equipo de Gobierno municipal, Vicente Urquía, anunciaba el derribo del edificio para su posterior reconstrucción manteniendo el aspecto de la fachada, con sus peculiares cariátides que daban nombre al edificio.
No fue hasta mayo de 2008 cuando se derribó el edificio, y, a partir de ese momento, la crisis del ladrillo, unido a las desavenencias políticas entre los principales partidos políticos hizo que el proyecto se quedara en eso, en una más de las promesas que se las acaba llevando el viento.
Cada cierto tiempo, la prensa recogía el enésimo proyecto para el solar, pero a día de hoy, y como se puede comprobar en la fotografía, todo lo que hay es un enorme cartel que anuncia una construcción que nadie sabe si algún día se llevará a cabo.
Sabida es la tendencia en esta ciudad a conservar todo aquello que tenga más de 50 años, tenga o no tenga valor artístico. Siempre que la piqueta entra en algún edificio, llamémosle así, histórico, voces críticas surgen por todas partes. Este sereno es de la opinión que la Casa de las Tetas no tenía ningún valor, ni artístico, ni histórico, opinión que coincide con la de reputados expertos en la materia.
Pero ya se sabe que tiran más dos tetas que dos carretas.
