(Nuestro colaborador especial y entrañable pareja de Grillo, el Chéspir, ha querido dejarnos un recuerdo de su “tour” de “Meetings, bares & rioja_reserva”. A él también le tira eso de escribir y nos obsequia con este tierno soneto. Gracias, Chéspir; aquí nos quedamos; aquí nos encontrarás. No te olvidaremos. Hasta siempre).
Érase un grillo encaramado a su atalaya
Atrabiliario, bastante inconveniente
Cínico, procaz e impertinente
Érase un grillo mordaz, negro y canalla
–
Amanece, ve la luz y ya no calla
Arranca, embiste y arremete
Arroya a todo bicho petimetre
Raya tanto que se pasa de la ralla
–
¡Grillo!: arregla tu batiburrillo
Haz buena limpia en tu equipaje
¡Deja de golpear como un martillo!
–
¡Grillo!: y no seas mentecato
Da prueba de tu arrojo y tu coraje
¡Y deja de una vez tu anonimato!
Chéspir