Convenido, pues, que la Memoria Histórica consiste en eliminar del recuerdo cualquier traza del Franquismo, el Consistorio municipal aprobaba (con el voto en contra del Partido Popular) retirar el nombre a diecisiete calles de la ciudad para sustituirlos por otros que nada tengan que ver con la Guerra Civil o el régimen anterior. Así, esta importante medida permitirá recuperar el sueño a miles de logroñeses, desvelados durante años por tener que pernoctar en vías dedicadas a Miguel Escalona, Antonio Sagastuy o el coronel Inerárity, que no tengo ni idea de quiénes eran ni ganas de levantarme a buscarlo.
Aprovechando esta circunstancia, y viajado que es uno, se me ocurren dos opciones que afectarían a todo el plano de la ciudad. La primera: enumerar la calles, como en Nueva York, con lo que le facilitaríamos la labor a los millones de turistas que nos visitan. La segunda: movernos por coordenadas espacio-temporales al estilo de Managua: “Donde estaba el cine Olimpia, cinco varas al sur”, “Donde pusieron la bomba, cuatro cuadras al oeste”, con lo que tendríamos asegurado el cachondeo tanto nativos como foráneos. Pero, dado nuestro espíritu constructivo y nuestro talante conciliador, vayan aquí algunas sugerencias para rebautizar esas calles pronto huérfanas de nombre y apellido.
– Astros del deporte: Barberito, Capellán, Merino, Titín (aunque éste es muy del PP: no sé, no sé…), Carlota Castrejana, Juan Carlos Traspaderne y varias plantillas del C.D. Logroñes: Ángel García “Caparrones”, “Satur”, Blasco, Vallejo, Paco Sanz, “El gol de Pita“, Miguel Ángel Lotina, Manu Sarabia o Hernáez-Lavernia-Amantegui-Goicoechea y Arrieta (que, por abreviar, podríamos llamar Calle de la Delantera de los 120 goles).
– Personas humanas populares: “Tolo“, “Teteno“, “Taburete“, “Pesetita“, “Pacotín“, “La Paula“, “Lele“…
– Figuras de la farándula: Pepe Viyuela, Javier Cámara, Carmen Morell (habría que ponerla junto a la de Pepe Blanco), Pedro J. Ramírez (bueno, quizá Pedrojota no encaje en este apartado)…
– Héroes del cómic: Pepe Gotera y Otilio, Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape… El Jabato y el Capitán Trueno quedan descartados, pues eran unos fachas de tomo y lomo.
– Políticos de acreditado pedigrí democrático. Aquí, para no pillarnos los dedos, lo mejor será recurrir a gente de fuera: Willy Brandt, Konrad Adenauer o Winston Churchill. Además de Pedro Zerolo, por no ser menos que en la capital
– Variedades de uva tinta (el blanco es para cocinar) autorizadas por el Consejo Regulador: Garnacha, Graciano, Mazuelo, Maturana y, por supuesto, Tempranillo. Aparte de esa Calle del Vino que, incomprensiblemente, aún no existe, así como otras dedicadas a la Rioja Alta, la Baja e, incluso, la Alavesa.
Entre bromas y veras, de lo que sí soy firmemente partidario es de recuperar la antigua placa que pendía cerca de la armería “El Corzo”, casi en la esquina con Avenida de Colón. Aquella que rezaba “Calle DEL Calvo Sotelo“, como en homenaje a un logroñés con la frente despejada, y que permaneció allí durante décadas sin que nadie protestara: ni azules ni rojos, ni vecinos ni transeúntes.
