El Rioverde Clavijo cerrará este viernes (nueve de la noche) su temporada más triste en Burgos, donde disputará ante el Tizona su último encuentro en la LEB Oro, de la que ha descendido con estrépito, tras ganar solo cinco partidos.
Riojanos y burgaleses compartían la pasada campaña la LEB Plata y doce meses después se miden de nuevo, como entonces, con realidades muy diferentes; entonces el Tizona era un equipo claramente al alza y ahora también tiene una situación mucho mejor, en la que ya está clasificado para luchar por el ascenso.
En realidad, el choque no les interesa a ninguno de los dos equipos, ya que los riojanos están “desengachados” de la competición desde hace tiempo y los burgaleses tienen la cabeza en otro sitio y ya han asegurado el factor cancha en el play-off.
No obstante, el equipo burgalés es muy ambicioso y probablemente no querrá bajar el ritmo, además de tener que “acoplar” a su último fichaje, Horton, que ha llegado esta misma semana desde Oviedo para sustituir al lesionado Cremo.
Este fichaje es solo uno de los puntos de atención de una plantilla que ya se reforzó hace tiempo con el brasileño Caio Pacheco y con el base español Mario Saint-Supery, que se trasladó a este equipo en busca de los minutos que no podía tener en ACB y que se ha revelado como uno de los talentos del baloncesto español. Arnau Parrado se mantiene como máximo anotador del equipo, tras la baja de Cremo, bien secundado por Ramón Vila y Gerard Jofresa.
Pero más allá de la calidad de la plantilla del Tizona, el punto de atención para los riojanos estará en la despedida de muchos de sus jugadores, que representarán por última vez al equipo riojano, algo que podría suceder también con el técnico Jenaro Díaz.
Hugo Arbosa y Kevin Torres tienen contrato para la próxima temporada -si es que eso se respeta- y del resto no hay muchas noticias, aunque el club podría tratar de retener en LEB Plata a varios jugadores, que, lógicamente, aspirarán a seguir en LEB Oro, si tienen ofertas.
