Salud

Las ‘Sephora kids’ “deberían simplemente limpiarse la cara con agua por las mañanas”

Es posible que si no es usuario de TikTok no sepa que es un ‘Get ready with me’. Se trata de un video en el que una persona se va maquillando mientras cuenta una anécdota o su rutina de cuidado de piel. Una moda más de las redes sociales si no fuese porque cada vez abundan más este tipo de videos protagonizados por niñas preadolescentes que comparten con sus seguidores sus rutinas de ‘skincare’, una limpieza facial que realizan como si su piel tuviese veinte años más.

Cada vez más niñas se interesan por ese cuidado excesivo de la piel, una tendencia tan marcada que ya tiene nombre en redes sociales: las ‘Sephora kids’ son niñas de alrededor de diez años que acuden a tiendas de perfumería y cosmética y arrasan con las muestras de productos que no están pensados para su edad, o incluso compran y utilizan cremas o tratamientos antiarrugas. Una tendencia que supone riesgos para la salud de las pequeñas y que tiene como telón de fondo una cultura obsesionada con la apariencia y la estética.

Los expertos recuerdan que cuidar la piel a cualquier edad es importante, pero siempre con productos adecuados para no eliminar la capa protectora generada de forma natural. Iñigo Martínez, dermatólogo en La Rioja, lo deja claro. “En condiciones generales, más allá de jabones específicos para el acné, si lo tienen, o cremas para la dermatitis, si la tienen, una niña de esa edad debería limpiarse la cara simplemente con agua por las mañanas”.

“El principal problema empezó con los filtros que distorsionan una realidad de piel que es inalcanzable”, explica este profesional logroñés. “Es preocupante especialmente en las adolescentes y preadolescentes, porque se están dejando guiar en rutinas de limpieza de la piel por gente que no está formada y eso tiene mucho peligro”.

Y recuerda: “La mayoría de las personas que salen con esas pieles luminosas, lisas y brillantes llevan detrás procedimientos que se hacen a través de intervenciones porque todavía no hay cremas milagrosas”. Le preocupa la utilización del retinol en estas menores. “Es una forma activa de la vitamina A y nos estamos encontrando con problemas de hipervitaminosis, por ejemplo una embarazada tampoco debería usar retinoles”.

Tampoco es bueno el abuso de maquillajes y cremas. “No hay que olvidar que hasta las que se dicen naturales tienen algún componente químico o conservantes y su abuso también puede tener sus riesgos e incluso algunos de ellos pueden modificar el metabolismo”. Además, el uso continuo del maquillaje “ocluye la piel y en esas edades pueden suponer tener más riesgo de sufrir acné o dermatitis” y asegura que “nos encontramos con personas que están usando ocho o diez productos en sus rutinas faciales y a veces menos es más”.

El mejor consejo que da para tener una piel sana y además bella es evitar las radiaciones del sol (y por lo tanto usar crema solar) y no fumar. “Pero eso no da ‘likes’ en las redes sociales”. Nuria Sacristán es titular de la oficina de Farmacia Palacios en Logroño y vocal de Dermofarmacia del Colegio Oficial de Farmacéuticos. “Por un lado, es positivo que los jóvenes estén interesados en cuidar su piel y adoptar hábitos saludables de
cuidado personal pero hay algunas preocupaciones asociadas con este fenómeno”. Explica así que “la exposición constante a imágenes y videos de personas con una piel perfecta puede crear una presión social sobre los jóvenes para que cumplan con ciertos estándares de belleza. Esto puede afectar negativamente su autoimagen y autoestima si sienten que no cumplen con esas expectativas”.

Además “algunos productos de cuidado de la piel pueden no ser apropiados para la piel joven, que tiende a ser más sensible y propensa a ciertos problemas como el acné. El uso excesivo de ciertos productos o ingredientes puede causar daño a largo plazo en la piel”.

Esta farmacáutica recuerda que “la utilización abusiva o indebida de productos como el retinol, los alfahidroxiácidos (como el ácido glicólico), el ácido hialurónico o el colágeno en personas muy jóvenes puede acarrear diversos perjuicios para la piel”. ASí explica que “se están utilizando de una manera poco responsable y poco adecuada para esta etapa de la vida. Esta obsesión por los cosméticos se conoce con el nombre de Cosmeticorexia. Se traduce en compras compulsivas o la adicción a determinados activos para frenar el paso del tiempo”.

Este comportamiento es cada vez más frecuente en niños, o más bien en niñas, de 9 o 10 años, influenciadas por los vídeos colgados en TikTok e Instagram de otros de su misma edad que muestran cómo se “cuidan” la piel sobre la que aplican un producto sobre otro sin ningún sentido y sin estar indicados para su edad. “Aunque estos ingredientes pueden ser beneficiosos en ciertos casos, a edades determinadas y en las cantidades adecuadas, su uso excesivo o inapropiado puede provocar efectos
secundarios no deseados”.

“Irritación y sensibilidad, sequedad, sensibilidad al sol, reacciones alérgicas o desbalance en la producción natural de colágeno son algunos de los efectos no deseados que se pueden sufrir por el abuso de determinados productos”.

Un cuidado adecuado de la cara en una niña de estas edades debería pasar, en condiciones normales, sólo los la higiene, la hidratación y la fotoprotección.

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