La Rioja

El café Iris de la Gran Vía de Logroño baja la persiana

“Ha sido un placer compartir todo este tiempo con ustedes. Nos vemos del otro lado de la barra”. Con este mensaje anuncia el propietario del café Iris el cierre del establecimiento, que durante el último lustro ha servido desayunos, cafés, vermús y meriendas desde el número 6 de la Gran Vía logroñesa.

El motivo no es otro que la jubilación de su gerente, José Antonio Portela, que abrió el establecimiento en diciembre de 2019, después de casi dos décadas atendiendo el café La Fundación, en la ‘pajarera’ del Parque del Carmen, y antes el Doñana, en el mismo emplazamiento.

Portela dejó atrás su Galicia natal en 1982 para instalarse en La Rioja. Y aunque llegó como funcionario, no tardó en cambiar el rumbo de su trayectoria profesional para dedicarse a la hostelería porque eso le permitía “estar en contacto con el día a día de los riojanos y profundizar en los problemas de la gente”.

Aunque sus raíces se adentran profundamente en suelo riojano, el hostelero advertía en un reportaje publicado en 2017 por NueveCuatroUno que, como gallego, “la morriña pega muchísimo y siempre sientes el anhelo de volver con los tuyos”. “No descarto volver a Galicia en algún momento aunque por ahora La Rioja es mi primera casa”, explicaba. Ahora, ya alejado de sus responsabilidades profesionales, tendrá tiempo de decidir si puede más la morriña o el apego a Logroño.

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