Cultura y Sociedad

El arte minimalista con sello riojano que llega hasta las ‘influencers’

Marta Ruiz, diseñadora gráfica y artista

Es una artista logroñesa emergente que ha logrado compartir página con los nombres de algunas de las ‘influencers’ más de moda, un reto para muchas marcas nacionales e internacionales que Marta Ruiz, a sus 26 años, ya ha logrado. “Me hizo mucha ilusión aparecer en el artículo de la revista ‘Woman’ como marca elegida por ‘influencers’ que apuestan por el arte. Cuando me enfoco a personajes públicos busco que sean personas que tienen más presente el factor artístico y no tanto la moda, como es el caso de Carla Aparicio, que ha adquirido algunas de mis piezas personalizadas”.

Lo que comenzó como un hobby en el que entretenerse durante los meses de la pandemia se ha convertido en un proyecto muy personal que también supone una fuente de ingresos cada vez con más frutos. Pero el arte no es algo que se coló en la agenda de Marta de la noche a la mañana. Diseñadora gráfica formada en Madrid, y tras trabajar con diferentes empresas del sector, decidió apostar por una idea que le rondaba la cabeza desde hacía tiempo y que, tal como remarca, define perfectamente el sello de identidad de la artista como diseñadora.

Líneas curvas y continuas, de un solo trazo, con un estilo minimalista donde el blanco y negro marcan los contornos. Una técnica “muy elegante que no todo el mundo es capaz de hacer y que tampoco queda bien en cualquier espacio”. Un estilo con su propia identidad que aporta serenidad y con el que Marta logra captar el componente más personal del comprador.

“Mi principal actividad y fuente de ingresos es el diseño gráfico, con inmobiliarias o estudios de arquitectura e interiorismo, pero mis ratos libres los dedico a mi otra pasión que es el arte y, particularmente, la creación de obras artísticas con un sello muy personal. Nunca pensé que podría llegar a comercializar mis cuadros. El primero me lo compró mi tía, pero ahora ya son numerosos los encargos que tengo”, apunta. Unos pedidos mayormente a nivel internacional, donde Marta considera que es más sencillo vender su producto “porque la situación económica es diferente”.

Se define “un poco impaciente”, pero reconoce que en este mundo toca ir poco a poco, con los pies en el suelo aunque la imaginación traspase fronteras para dar lugar a estas creaciones. “Es mucho riesgo, mucho trabajo e inversión, pero me encanta poder dar luz a un proyecto propio en el que me gusta lo que hago y donde creo que puedo dar mucho de mí. Todo lo que tenga que ver con crear tiene cabida en mi agenda”.

Aunque todavía no puede dedicarse plenamente a este proyecto, no descarta que en un futuro el trazo continuo le haga más conocida entre el mercado artístico de jóvenes talentos. Desde Logroño lanza sus creaciones también a través de la web, pero reconoce que la mayoría de sus clientes a nivel de empresas se encuentran en la capital madrileña por lo que también baraja su traslado a la gran ciudad.

Lo más complicado ya lo ha hecho, “empezar, que conozcan tu producto y que funcione”. Pero ahora toca seguir creciendo. “Hay mucha competencia y artistas muy buenos, así que toca diferenciarse”. Los nuevos retos no le ponen freno a la ilusión de Marta por inundar con su arte muchos más rincones. Para los próximos meses ya planea nuevos proyectos siempre bajo la constante línea del esfuerzo.

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