Ha sido uno de los actos en los que el ‘llenazo’ estaba asegurado cada mañana. Daba igual que fuese certamen de becerristas, exhibición de anillas o Gran Prix, los logroñeses han tenido en la plaza de La Ribera el lugar en el que empezar cada día de fiesta. Miles de personas de todas las edades han pasado por allí para disfrutar del valor de algunos y de los revolcones, carreras y tropezones de otros.
Con el desafío de saltos y quiebros a cargo de los mejores especialistas de España y la ganadería Toropasión de Alfaro han concluido hasta las próximas fiestas los festejos menores de una plaza que ha estado abarrotada cada mañana por los que aún no habían terminado la fiesta de la noche y por los más madrugadores que ya iban a allí después de un buen chocolate con churros.
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