Sería de chiste ni no fuera una situación para llorar. A los continuos retrasos y averías de los trenes que entran y salen de La Rioja y a las ‘turbulencias continuas’ en los aviones que llegan al aeropuerto de Agoncillo, ahora se unen los autobuses. El Alsa que ha salido de Avenida de América a las 17:30 horas con destino Logroño ha pinchado a una hora de salir de Madrid.
«Hemos salido a la hora prevista del intercambiador», cuenta uno de los viajeros riojanos, «pero el autobús ha pinchado entre Torija y Trijueque (pasado Guadalajara)». En un principio les han trasladado que en cuestión de veinte minutos podrían emprender el viaje, pero no han sido hasta pasadas las dos horas cuando ha llegado la ayuda.
Y a ese retraso hay que sumarle media hora más hasta que han cambiado el neumático. «Hasta las nueve de la noche no hemos vuelto a ponernos en marcha». Calculan que llegarán pasadas las 00 horas tras la parada que tienen que hacer en Soria, así que un viaje de 4 horas y media puede convertirse en una pesadilla de más de siete, «si no hay más complicaciones». Solo queda echarse a dormir.
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