A David siempre le ha gustado el cine y desde pequeño le sorprendía cómo varios actores tenían la misma, pero la misma voz. ¿Cómo podía ser eso? La magia del cine, querido David. Una magia que empezó a llamarle la atención en cuanto descubrió el mundo del doblaje. La voz de este joven de 21 años es profunda y muy característica. En cuanto te saluda te das cuenta de que ahí hay algo.
«Desde pequeño, en el cole, cada vez que la profesora pedía voluntarios para leer, yo levantaba la mano». Desde su círculo escolar le animaron a estudiar Comunicación Audiovisual para ‘tirar’ por la vía de la radio o la televisión, pero a él le gustaba la informática, y eso cursó. Sin embargo, algo había que hacer con esa voz, y apareció en su vida AM Escuela.
«Cuando conocí la existencia de AM ni me lo pensé, es más, ni siquiera vivo en Logroño, pero desde que puse un pie en la escuela supe que esto iba a enganchar». Y así ha sido. «Es una actividad que te llena, disfrutas doblando, te diviertes, pero también te entristeces. Mezclas todos los sentimiento y, al final, una misma personas (tú mismo) puedes interpretar mil y una emociones diferentes».
Aquí está la clave. Puedes tener la voz más bonita del mundo, pero si no sabes interpretar, nunca podrás ser un buen actor de doblaje. Elías Ramo Galián, director y profesor de la escuela advierte que «viene mucha gente contándonos: ‘A mí siempre me han dicho que tengo una voz bonita’. Perfecto, pero a veces eso en el doblaje da igual. Es decir, tú ves una película o serie donde habrá 150 voces de todo tipo. Imagínate que todas fueran bonitas… sería incluso aburrido. Yo no creo que haya voces feas, lo que creo es que si no sabes transmitir, te quedarás a medio camino».
Elías, logroñés de nacimiento, fue uno de los primeros alumnos de AM Escuela en Madrid. Cuando terminó su formación estuvo muchos años dedicándose a la locución y al doblaje hasta que surgió la oportunidad de abrir una escuela en el norte de España, y eligió su ciudad natal. «Empezamos con un pequeño local en la calle Portales donde teníamos una sala y dos alumnos, y ahora somos más de sesenta».
El crecimiento de la escuela ha conllevado a mirar más allá y se acaban de trasladar a un local de 200 metros cuadrados en Juan XXIII, 5, con cinco salas de grabación, producción, formación… Tal es el éxito que en mayo y junio grabaron las cuatro primeras películas en Logroño para grandes plataformas. «Fue una colaboración. No se grabaron enteras porque todavía no hay un banco suficientemente amplio de voces como para coger un proyecto entero, pero esperemos que el día de mañana lo tengamos. Fue la primera vez en la historia que se dobló aquí una película».
El que espere un perfil muy específico de los alumnos de la escuela, que se vaya olvidando de esa idea. De hecho, ¿a quién no le ha pasado escuchar una voz e imaginarse un aspecto físico que luego nada tiene que ver con la realidad? Esto mismo le sucedió a Jorge, alumno de la escuela, cuando conoció a Antonio Esquivias, el actor de doblaje que ha puesto su voz a personajes tan diferentes como el actor secundario Bob (Los Simpsons), Coco en Barrio Sésamo, Raphael en Las Tortugas Ninja, Charlton Heston o Robert Redford. «Tiene una voz profundísima que intimida, pero cuando vino a la escuela y lo conocimos vi que era un bonachón y totalmente diferente a lo que me había imaginado».
Porque eso es lo bueno que tiene el mundo del doblaje. «Aquí no se pide ningún diploma, ninguna edad. Puedes empezar con 8 años, porque tenemos un taller de doblaje infantil, y puedes empezar con 72 años, que es ahora mismo el alumno mayor que tenemos». Y es que hasta AM Escuela llegan abogados, enfermeras, amas de casa, estudiantes de instituto…
Eso sí, Elías explica que «esto no es una formación de tres o seis meses, es una formación de media larga duración dependiendo también de las capacidades de cada uno. Sin embargo, también tenemos gente, jubilados sobre todo, que vienen aquí porque están enamorados de las películas antiguas y quieren poner voz a sus ídolos. Ellos no tienen ninguna meta de ser actor de doblaje, pero alguno de ellos ya ha salido en alguna película».
Lo que le diferencia a este proyecto es que no solo se trata de una escuela, «sino que formamos parte de AM, que además de un estudio es una productora, y nos nutrimos del trabajo que nos mandan, que no es poco». Más ahora que existen tantas plataformas de cine y televisión. «Vas a Madrid con tu voz y tendrás a 300 actrices o actores de doblaje por delante de ti, sin embargo aquí, en Logroño, no hay ninguna ahora mismo, así que los primeros alumnos que acaben son los que se van a abrir hueco. Eso es lo bueno de abrir industria en un sitio como este, no hay competencia ni para el estudio ni para los actores».
Los alumnos van avanzando, algunos a pasos agigantados, pero todo tiene que ver con el trabajo y el esfuerzo propio. David reconoce que no solo se trata de poner tu voz, sino que «necesitas mucha práctica. Yo pensaba que llegaba con buena dicción y la he tenido que mejorar mucho, y por supuesto tengo que seguir trabajando». Jorge añade que tener conocimientos y experiencia en el teatro ayuda, pero «hay que dejarte guiar por los profesores y darle tu propia personalidad al personaje, y eso es complicado».
¿Quién sabe? Quizás, ojalá, estas voces riojanas sean las que de aquí a unos años se conviertan en las más reconocidas del panorama nacional. Estaremos atentos.
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