Esta vendimia 2024 es la segunda del proyecto Clípeo, que hace tan solo un año inauguró su bodega en San Vicente de la Sonsierra. Su identidad se refleja en la proyección de variedades autóctonas, y algunas también minoritarias, para crear sus vinos apostando por la recuperación del paisaje de la zona, desde el viñedo hasta la bodega.
Esta nueva inquilina en Rioja protagoniza el próximo miércoles una nueva cita del V ciclo de Catas Underground (para la que aún quedan entradas) organizado por NueveCuatroUno y Calado by Criteria de la mano de Argraf, Cartonajes Santorroman, Cork Supply, Ramondin y Tonelería Magreñán. Será Juan Carlos Sancha, enólogo de Clípeo, y Mamen Martínez, directora Comercial y de Enoturismo del proyecto, quienes impartan la cata en la que se descorcharán las cuatro creaciones que componen esta gama: Tempranillo Blanco 2023, Maturana Blanca 2023, Garnacha 2021 y Tempranillo 2022.
– Parte de vuestra materia prima la sacáis de una de las zonas más frescas de Rioja. ¿Qué tiene de especial ese tempranillo blanco del Alto Najerilla?
– Pues es aquí, en Baños de Río Tobía, donde están las cepas más viejas de tempranillo blanco en Rioja. Siendo una variedad de ciclo tan corto, va muy bien en estas zonas frías y en los vinos es muy interesante su comportamiento. Las viñas de las que sale este vino son de 1997 y están a unos 575 metros de altitud, sobre un suelo arcillocalcáreo con alto contenido en hierro.
– Y en el caso de la maturana blanca, ¿por qué elegisteis elaborar un monovarietal de esta uva?
– Aunque es una variedad mucho menos desarrollada que la tempranillo blanco, la maturana blanca es la más antigua de Rioja de la que hay registros de forma escrita, desde el 1622 en Nájera. En este caso, el vino ha pasado cinco meses en barrica nueva de roble francés con las lías de fermentación. Yo creo que es la mejor variedad blanca que tenemos en Rioja, además de que funciona muy bien no solo en estas zonas frías sino también en las que son más cálidas.
– En la cuna de las garnachas centenarias, como es el Alto Najerilla, no podía faltar un vino de garnacha cien por cien.
– La viña con las que elaboramos este tinto tiene aproximadamente 107 años y está a 650 metros de altitud. Pero tanto para los blancos como para la garnacha tenemos claro que la madera ha de acompañar al vino, nada más. Por eso usamos barricas de 500 litros para la elaboración, no solo para la crianza.
– De Baños viajamos a San Vicente. ¿Que va a sorprender de este tempranillo tinto?
– Este es el primer vino de la gama Clípeo elaborado en la bodega de San Vicente y es con el que mostramos la singularidad de este municipio. Por un lado, con la variedad tempranillo que es la más representativa de la zona, y después con una bodega tradicional recuperada para este proyecto. En su interior hay antiguos calados subterráneos que hemos acondicionado para que siga viva la historia de un pueblo y sus tradiciones.