El sevillano Daniel Luque ha salido a hombros de la plaza de toros de Calahorra (La Rioja) tras cortar tres orejas en la tercera y última de la feria por las fiestas de San Emeterio y Celedonio.
El sardo que abrió plaza pronto dejó patente sus pocas fuerzas. Tras un simulacro de puyazo se le cuidó en banderillas haciéndole todo por alto. Perera brindó al público una faena a un toro de embestida dulce al que el extremeño acompañó siempre el viaje sin violentar. Dio tiempo entre series sacando pasajes de a diario por ambos pitones para acabar con manoletinas un trasteo correcto donde faltó un punto de emoción. La espada cayó baja. Una oreja.
El diestro Miguel Ángel Perera en la lidia del primero de la tarde, de Ojailén, este sábado en la plaza de Calahorra por las fiestas de San Emeterio y San Celedonio. Foto: EFE/Fernando Díaz
Perera en el cuarto ligó por el derecho series sin estrecheces. De uno en uno sacó pasajes por izquierdo teniendo siempre en mente que el de Albarrán no rodará. Tuvo éste embestida noble y el extremeño interpretó una faena de oficio buscando la complicidad de la grada. Acabó entre pitones pese a lo que la emoción nunca se percibió. Tres pinchazos antes de que se echara el burel dejaron en silencio el trasteo ni sin antes escuchar un recado del palco.
El diestro Cayetano Rivera toreando su segundo toro, este sábado en la plaza de Calahorra, en las fiestas de San Emeterio y San Celedonio. Foto: EFE/Fernando Díaz
El exceso de fuerzas tampoco se apreció cuando apareció el segundo, un colorado que dobló las manos y que las buenas maneras de los de plata sujetaron en pie. Una serie aguantó el de Ojailén antes de huir a tablas. Cayetano anduvo cómodo dando pases donde el rajado astado eligió en desigual pelea. Huidizo se dejó el colorado hacer todo paralelo a tablas y allí Cayetano anduvo correcto. Dejó una estocada desprendida teniendo que echar mano del verduguillo. Se silenció la labor y el público despidió entre pitos al cornúpeta.
Se le pegó mucho en varas al quinto. El público protestó el hecho y ello sobrevoló siempre en el debe de la faena de un Cayetano que toreó siempre por la variante tan desconfiado como desmotivado por lo que no se dio coba abreviando. Una estocada tendida fue suficiente recibiendo pitos del respetable.
El diestro Miguel Ángel Perera tras cortar una oreja al primero de la tarde, de Ojailén, este sábado en la plaza de Calahorra por las fiestas de San Emeterio y San Celedonio. Foto: EFE/Fernando Díaz
Sin nada reseñable en los primeros tercios Luque brindó al público el tercero. Puso el de Gerena interés por sacar agua de un pozo seco en faena que no tomó vuelo salvo en los alardes finales, tan galeristas como bien recibidos por un generoso tendido; el mismo que pidió un trofeo tras un pinchazo hondo suficiente para que el descastado animal doblase.
Lo mejor de la tarde con el capote lo firmó Luque en el que cerró plaza, con breves verónicas muy bien ejecutadas. Puyacito para justificar y bonito quite por Chicuelo fueron presagio de faena de interés. Luque dio tiempo entre series y aunque estás no fueron de gran largura tuvieron plasticidad y torería, dejando los mejores naturales de la tarde. Sé vio al de Gerena entregado y con ganas, acabando faena con luquesinas muy de la casa que el público recibió de muy buen grado. Gran estocada y el toro rueda sin puntilla.
FICHA DEL FESTEJO
Tercera de feria de Calahorra. Todos los toros justitos de presentación. Se han lidiado tres toros de Ojailén y tres de Juan Albarrán. El primero tan noble como soso; noble e inmerso en la mansedumbre el segundo; descastado el tercero; noble y flojo el cuarto; el quinto con más brío aunque toreable; el sexto noble y repetidor, el mejor de la tarde.
Miguel Ángel Perera: oreja y silencio tras aviso.
Cayetano Rivera: silencio y pitos.
Daniel Luque: oreja y dos orejas.
Algo más de media plaza.
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