Las asociaciones feministas integradas en el colectivo Kirké realizaron este viernes diferentes demandas ante el número de agresiones sexuales ocurridas en La Rioja, entre ellos el aumentar el horario de los puntos violeta en las fiestas de municipios.
Alrededor de una treintena de personas secundaron, bajo la lluvia, la concentración convocada por este colectivo motivada por las dos agresiones sexuales denunciadas en pocos días en La Rioja, en Navarrete y Logroño.
Foto: Mario Martija
Los convocantes, en un manifiesto, han incidido en que en La Rioja «hay datos alarmantes» de agresiones sexuales, como el que en lo que va de año se han denunciado ya medio centenar» algo que «puede relacionarse con una mayor percepción de seguridad» pero «también muestra que esta problemática es multifactorial».
Porque «entre una parte relevante de la juventud y la adolescencia se están normalizando prácticas violentas y vejatorias como parte del desarrollo de su sexualidad» y eso «nos lleva a una normalización de la violencia que también forma parte de las causas de este incremento».
Foto: Mario Martija
Por ello han exigido a las instituciones que redoblen esfuerzos para instaurar una educación afectivo-sexual eficaz en todos los niveles del sistema educativo que vaya más allá de cuestiones relacionadas con evitar embarazos no deseados o infecciones de transmisión sexual.
«Necesitamos urgentemente educar a las personas más jóvenes en el respeto y la empatía a la hora de hablarles sobre sexualidad si queremos evitar que desde edades muy tempranas repitan comportamientos violentos que llegan a ellos y ellas a través de contenido como la pornografía, a los que pueden acceder con facilidad», han explicado.
Consideran que en esta época del año, en la que se concentra un gran número de fiestas en casi toda la región, el número de agresiones de esta índole tiende a aumentar «y no podemos permitir que nuestra jóvenes y mujeres vivan los festejos con miedo, evitando todo tipo de situaciones que perciben como de riesgo y, en definitiva, sin disfrutar de unos festejos que también son suyos».
Foto: Mario Martija
Han reclamado el evitar «juicios paralelos» a las víctimas porque «el culpable de una agresión siempre es el agresor» y han incidido en su apoyo incondicional a las víctimas» que no se deben sentir solas.
Entre sus demandas concretas a las administraciones, han pedido una «coeducación real», talleres se sensibilización para familias con hijos e hijas adolescentes, y que en las fiestas de los municipios se amplíen los horarios de los puntos violeta, en los que garantizar que una víctima «pueda acceder a un espacio seguro lo antes posible».
También el que se ponga a disposición de las víctimas un servicio de asesoramiento psicológico, social, médico y jurídico «para que estén acompañadas en un proceso duro y doloroso» algo que se debe implementar en el denominado «Centro de Crisis» que «ya llega tarde», han concluido.
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